Granada también tuvo su propio Real

Cerca de tres mil sevillistas se dieron cita en Los Cármenes. Ya lo dice Emery: “La afición debe disfrutar”. Se consiga o no el pase a la Champions

19 abr 2015 / 21:52 h - Actualizado: 20 abr 2015 / 20:47 h.
"Sevilla FC"
  • Los jugadores agradecen el apoyo de la afición. / Efe
    Los jugadores agradecen el apoyo de la afición. / Efe
  • Seguidores del Sevillla en las gradas del Nuevo Los Cármenes. / Alfredo Aguilar (Ideal de Granada)
    Seguidores del Sevillla en las gradas del Nuevo Los Cármenes. / Alfredo Aguilar (Ideal de Granada)
  • Aleix Vidal, todo un ídolo de la afición. / Alfredo Aguilar (Ideal de Granada)
    Aleix Vidal, todo un ídolo de la afición. / Alfredo Aguilar (Ideal de Granada)

Con toda la razón del mundo, porque tan gratificante puede ser el camino como la propia meta, Unai Emery suele pedir a la afición que disfrute, que disfrute con lo que está haciendo su equipo. Emery sabe mejor que nadie la enorme dificultad que tiene conseguir un puesto en la Liga de Campeones esta temporada. Sabe que la cosa va a estar realmente apretada y que en esta recta final, con dos competiciones por delante y muchos obstáculos, puede absolutamente de todo: desde tocar el cielo a quedarse con la miel en los labios.

Emery no es un vendedor de humo. Es más: se aleja de todo lo que sea eso y siempre tira de prudencia. Ni siquiera en una temporada de récord como la actual –mejor primera vuelta de la historia del club, puntuación más alta a estas altura, etc– tiene asegurado el premio que este Sevilla hubiera recibido siempre en temporadas anteriores por hacer lo que está haciendo. Tan ingrato como cierto. Así, para que nadie despida la temporada sin una sonrisa, pide a todos disfrutar el camino. Y esto es precisamente lo que está haciendo la afición.

Cerca de tres mil sevillistas se dieron cita en el Nuevo Los Cármenes para arropar a sus jugadores. Ni la inminencia de una señalada e intensa semana como la que llega ni la sucesión de viajes impidieron que Granada también tuviese su propio Real de la Feria.

El sevillismo estuvo con su equipo, animó sin descanso... aunque esta vez no lo vio ganar. Se quedó con un sabor agridulce. Nadie dijo que esto sería fácil, ni en la Liga ni en el torneo continental. Por ello, aplaudió a sus jugadores y, además, les animó a que se dejen el alma el jueves en Rusia.

Todo ello en un ambiente de deportividad. La única queja, la de algunos aficionados en redes sociales lamentando haber tenido que esperar más de 40 minutos para salir del estadio, al sol y con los aseos cerrados.

Así es el camino: plagado de buenos momentos pero también de otros en los que la satisfacción no es completa. En cualquier caso, queda todavía camino por delante. ¿Alguien piensa detenerse ahora?