Guarden balas, que llega lo gordo

La falta de pegada eclipsa en parte la mejoría de un Sevilla que vuelve a ser de verdad

17 feb 2018 / 18:08 h - Actualizado: 18 feb 2018 / 21:33 h.
"Sevilla FC","Banega","N'Zonzi","Franco Vázquez","Ben Yedder","Muriel","Vincenzo Montella"
  • Los jugadores del Sevilla celebran uno de sus dos goles ante Las Palmas. / LFP
    Los jugadores del Sevilla celebran uno de sus dos goles ante Las Palmas. / LFP

El Sevilla pasará en sólo unos días de jugar con un equipo herido de muerte, como Las Palmas que vimos este sábado al mediodía, a hacerlo contra uno de los grandes de Europa, plagado de estrellas y con un entrenador, Mourinho, mucho más inteligente que Paco Jémez. Los de Montella fueron invitados a un banquete inesperado por Jémez, que planteó un partido de mentira ante un Sevilla que se está convirtiendo en un equipo de verdad. Si tuviera pegada optaría a muchas cosas, pero no la tiene, salvo arrebatos fugaces. No hay que negar esa evidencia. Tampoco que Montella le ha dado la vuelta a un equipo que ni defendía ni atacaba bien y que ahora, aunque con discontinuidad, sí lo hace. El Sevilla ha mejorado, pero debe dar otro paso.

Lo debe dar si quiere tumbar al United a doble partido, si quiere dar caza al Valencia en la Liga y si pretende vengarse del Barcelona en la final de la Copa del Rey. El mérito de Montella es que ha visto lo que pedía el equipo a gritos y no ha tenido complejo alguno en aparcar su idea original para hacer fuerte al Sevilla un paso más hacia atrás (o dos cuando es necesario), con menos posesión y con un once muy definido. Le queda intentar aumentar la capacidad de pegada (errores como los de Las Palmas te llevan a la lona en la Champions) e incrementar la aportación de ese grupo de jugadores que está a las puertas de la titularidad pero que no arrancan. Léase: Roque Mesa, Pizarro, Sandro, Nolito e incluso un Ben Yedder que no para de marcar pero al que este nuevo estilo le pilla a contrapié. Pero antes, llega otra gran cita de las que le gustan al Sevilla.

La Champions. De nuevo los octavos tras el fiasco de 2017 y los más lejanos de 2008 y 2010. Sevilla y el Sevilla se vuelven a vestir de gala. Banega afina su recuperación, Correa está en el alambre pero es posible que haya sabido parar a tiempo como el ahora imprescindible y enchufado Muriel, Franco Vázquez desempolvó su capote, Nzonzi dejó las tonterías, Mercado es capitán general y Navas se ha reencarnado en un experimentado lateral. El Sevilla ya no es de mentira. Es el momento para que cambie las balas de fogueo con las que compitió en Las Palmas por las de verdad. Quién sabe si esta vez que le ha tocado un duro hueso de roer en los octavos de final es cuando le toca volver a pisar los cuartos....