Tras un inicio de temporada ilusionante en la que el Sevilla alcanzó su primer objetivo de la temporada, la clasificación para la fase de grupos de la Europa League, de manera brillante y sin sobresaltos, la confianza y motivación en la plantilla de gran parte de los aficionados sevillistas ha decaído. Tras el último varapalo sufrido en la derrota frente al Betis, y el empate sin goles ante el Villarreal en la jornada anterior, hace indicar que los engranajes del equipo no están yendo como en un primer momento se pensaba.

Sin embargo, los resultados negativos de estas dos últimas jornadas quedan en segundo plano si atendemos al balance de bajas que se han producido. Las lesiones de Sergio Escudero y Gabriel Mercado han encendido todas las alarmas en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, pues dos de los cinco defensas titulares de Pablo Machín van a estar fuera del equipo al menos un par de meses. No es una fecha que establecida de manera oficial, todavía hay que realizar más pruebas a ambos jugadores para determinar el tiempo exacto de recuperación, pero sobre el papel, ese es el mínimo establecido tras una lesión en el codo (Escudero) y una fractura en el hueso cúbito (Mercado). A partir de ahí, surgen las dudas sobre qué medidas va a adoptar el técnico soriano del Sevilla.

De primeras, Machín ha dejado claro que no va a tocar su esquema de tres centrales y dos carrileros largos, lo que hace suponer que, además de los titulares Kjaer y Sergi Gómez en el eje de la zaga, el sustituto de Mercado sea Gnagnon. Las otras dos opciones serían Carriço, titular en varios partidos de previas de Europa League, o el joven canterano Berrocal, del que Machín ya ha apuntado que aún «está verde». En el lateral izquierdo, el entrenador está dispuesto a darle una oportunidad al brasileño Arana, pues todavía no termina de ver a Aleix Vidal como el titular del flanco zurdo y ya lo dejó claro en el derbi, tras alinear al ex del Corinthians antes que al catalán.

Se abre otro abanico, válido aunque menos probable para paliar el contratiempo defensivo. Ante lesiones de larga duración, como es el caso, el club tiene la posibilidad de fichar jugador que estén libres. No es una opción que agrade en demasía a la dirección deportiva ni tampoco al entrenador, ya que este tipo de jugadores, por lo general, están sin un nivel óptimo debido a no haber estado entrenando de forma regular ni tener la capacidad de competición y lo que se buscaría es un rendimiento inmediato.