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Correa encara a Moyá en el mano a mano fallado en la primera parte. / Efe
Si Montella estaba feliz, el vestuario sevillista respiró aliviado tras la victoria en casa del Atlético. «Tenía que haber un cambio en el equipo. Estando juntos, unidos y sabiendo las cosas que tenemos que hacer es muy difícil que nos puedan ganar. El Atlético es un equipo fortísimo, pero hemos dado la talla y nos llevamos el partido», explicaba Escudero, que indicaba que «esto es un plus para todos, para seguir juntos con la afición e ir tirando para arriba. Lo necesitábamos». Sarabia recordó que «estábamos dolidos, como toda nuestra gente, y creo que el equipo ha dado un paso adelante. En la vuelta deberemos hacer otro buen partido para sellar la clasificación y hacer los deberes en casa. Esto nos debe reforzar y unir aún más. Había que cambiar la dinámica tan negativa que estábamos teniendo».
Por su parte, Franco Vázquez destacaba la importancia de reponerse tras el 1-0: «Ha sido un partido parejo, ambos tuvimos ocasiones para marcar en la primera parte, pero en líneas generales hemos hecho un buen encuentro y sobre todo destacar que hemos sido capaces de remontar el partido, que es muy importante para nuestra confianza». Mientras que Muriel insistía en que «fuimos ordenados, serios y metimos todo lo que teníamos jugando con mucho espíritu». Finalmente, Correa, protagonista del partido, afirmaba que «no debemos bajar los brazos, ahora vienen partidos muy exigentes y no podemos ser conformistas. Hemos vuelto a ver al Sevilla que queremos porque no éramos los peores jugadores del mundo».