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Kjaer celebra el gol anotado ante el Spartak. / EFE
El parón liguero no supondrá precisamente un respiro para todos los jugadores del Sevilla. Uno de ellos, Simon Kjaer, se juega este mes de noviembre su presencia en el Mundial de Rusia 2018. Obligada a disputar la repesca, la selección de Dinamarca se enfrentará a Irlanda a doble partido. Lo hará, además, sin apenas tiempo para recuperar fuerzas, ya que el choque de ida se juega el día 11 (en Copenhague) y el de vuelta, el 14 (Dublín).
Kjaer afronta, por tanto, una doble cita de enorme trascendencia, aunque habrá que ver cuál es su estado físico. El central tuvo que ser sustituido en la recta final del encuentro del Camp Nou con problemas musculares, cuyo alcance se desconoce. En cualquier caso, en el día de ayer el danés tenía previsto viajar para unirse a la concentración de su selección (donde le acompañará Krohn-Dehli, que regresa dos años después).
Dadas la carencia de efectivos en el eje de la zaga tras las lesiones de Pareja y Carriço, el viaje de Kjaer para disputar dos partidos –salvo que su dolencia diga lo contrario– inquieta.
Desde que causara baja ante el Atlético (23 de septiembre), el danés ha disputado siete partidos (cinco de Liga y dos de Champions) consecutivos jugando todos los minutos salvo en el Camp Nou (73’). Por ello, y tal como están las cosas en la defensa del Sevilla, exprimir aún más si cabe a Kjaer con la repesca puede ser un problema para el Sevilla.