La arenga del capitán

Iborra tomó las riendas en el vestuario del Villamarín durante el descanso

27 feb 2017 / 19:29 h - Actualizado: 27 feb 2017 / 20:05 h.
"Sevilla FC","Iborra"
  • Iborra señala a alguien en la grada del Villamarín tras la victoria en el derbi. / Manuel Gómez
    Iborra señala a alguien en la grada del Villamarín tras la victoria en el derbi. / Manuel Gómez

El cambio ofrecido por el Sevilla tras el descanso del pasado derbi tiene un ingrediente más, al margen de las acertadas disposiciones tácticas de Jorge Sampaoli. Era tal la mala imagen ofrecida durante la primera parte que los pesos pesados del vestuario tuvieron que hacer su trabajo, en especial el gran capitán y a la postre protagonista de la mejoría del equipo, Vicente Iborra. El valenciano, pieza básica en el grupo, tomó las riendas de puertas para adentro tras la charla táctica de Sampaoli, y lanzó frases enérgicas de motivación, apelando a lo que después declaró en los medios de comunicación: honor, orgullo y búsqueda de la victoria sin paliativos. Un cambio de actitud que Iborra no sólo pidió y exigió a sus compañeros sino que lo puso en práctica desde el primer minuto de la segunda parte, cuando ya era uno de los 11 que jugaban.

El episodio no tiene nada de extraño, pues sucede en casi todos los partidos, máxime cuando el equipo va perdiendo. Pero el significado especial de un derbi, la mala imagen que estaba dando el Sevilla y la consumación de la remontada da lustre a la arenga del capitán sevillista, relatada además por miembros del cuerpo técnico en la radio oficial del club, aunque sin profundizar y sin dar nombres: «Se apeló al orgullo, no estábamos siendo lo que solemos ser y había que cambiarlo en el segundo tiempo. Este equipo tiene muchísima personalidad», explicaba Íñigo Domínguez, uno de los ayudantes de Sampaoli. Matías Manna, otro de ellos, añadía que «llega un momento en el que toman las riendas los jugadores. Desde el primer minuto me di cuenta que habían cambiado. Me acuerdo que el primer jugador que salió del vestuario volvió a dar cuatro o cinco pasos para atrás y con todos los jugadores que seguían dentro del vestuario, volvió, golpeó la puerta y dijo: ‘¡Bueno, todo esto que dije vamos a hacerlo de verdad!’».

El papel de Iborra en este Sevilla es fundamental, como así destacan todos sus compañeros y dirigentes importantes de la entidad de Nervión. El valenciano, que estuvo a punto de abandonar el Sevilla el pasado verano ante el notorio cambio de proyecto y de estilo, ha adoptado a la perfección el papel de líder de un Sevilla que está batiendo récords. Por si fuera poco, el valenciano, sin ser titular, lleva ya siete goles y tres asistencias en 31 partidos. «Los grandes equipos y los buenos jugadores tienen esto, te transmiten un sentido de pertenencia muy grande», explicó Domínguez en SFC Radio.