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Iborra se eleva en un salto por encima de los jugadores de la Juve. / SFC
Vicente Iborra expresaba el sentir del vestuario sevillista a la conclusión del partido. En el punto de mira, un arbitraje muy polémico que condicionó el desarrollo del partido. «No es ponerlo como excusa, pero sí es verdad que ha sido para nosotros muy difícil jugar con uno menos, con dos tarjetas muy rigurosas, mientras con ellos han sido muy permisivos... Un penalti en el 46, por un agarrón que si se pita hay diez penaltis en el partido... Son decisiones que pesan, creo que este club y equipo merecen un poco de respeto».
En la misma línea hablaba otro pilar del equipo, Vitolo. «Las decisiones arbitrales han marcado el partido, pero claramente. Llevábamos el peso del partido, íbamos con el gol ganando y en poco tiempo, todo cambia. Nos pita un penalti que para mí, no se puede pitar, la verdad que no sé por qué no se pita».
Y añadió visiblemente enfadado: «te estás jugando mucho, ir a octavos de Champions, la ilusión de la gente. Todos tenemos muchas ilusiones puestas en eso, tanto el club como nosotros y la afición, y nos duele perder sin merecerlo».
El internacional canario, en cualquier caso, piensa ya en el partido definitivo en Francia. «Aquí no está todo dicho, iremos a Lyon a dejarnos la piel».
Iborra reforzó esa idea de culminar la clasificación, resaltando que «dependemos de nosotros mismos y eso es lo más importante. Vamos a viajar con mucha ilusión y sabiendo lo que nos jugamos».
Por último, Pablo Sarabia dijo que «este Sevilla nunca se rinde, intentamos dar lo máximo. No lo hemos podido hacer, pero que no quepa ninguna duda de que vamos a ir a Lyon a clasificarnos».
Y abundó en la dificultad de un partido condicionado. «Creo que el equipo ha hecho un buen partido, el que le ha tocado jugar, porque claramente las decisiones arbitrales han hecho que tuviéramos que hacer ese partido, con diez jugadores y teniendo menos la posesión de balón nos gusta menos, no es nuestro juego. El equipo ha tenido mucha casta, mucho coraje, una pena el gol, casi al final, cuando ya casi lo acariciábamos».