La Selección, otra amenaza para la continuidad de Unai

Unai Emery pasó en la noche del martes por los micrófonos de Onda Cero, donde reflexionó sobre su presente en el Sevilla y su futuro más inmediato, que en cierto modo está en el aire después de su amago de salida del club nervionense el pasado verano. Nadie sabe con certeza si el técnico vasco seguirá más temporadas dirigiendo al Sevilla, con el que ha conseguido sus mayores éxitos. Una de las principales amenazas es el banquillo de la Selección española, que quizás se quede vacío tras la próxima Eurocopa, como ha dejado caer Vicente del Bosque, actual seleccionador. «Sé dónde estoy y por todo lo vivido le doy las gracias al Sevilla, se las doy cada día cuando me levanto. Me siento muy respetado en Sevilla y todo eso es fruto del trabajo, donde no puedo fallar. En los momentos malos intento aislarme y trabajar para darle la vuelta a la situación, hay que saber tener equilibrio en las emociones. En este club estamos viviendo momentos muy felices y este año queremos hacerlo de nuevo. Los entrenadores estamos expuestos a que al día siguiente a uno lo echen y también podemos salir si estimamos que se ha acabado un ciclo. El verano pasado no sentí finalmente que el proyecto del Sevilla con Unai había terminado, aunque escuché al Nápoles y al West Ham, pero nos habíamos clasificado para la Champions y el proyecto seguía muy vivo. ¿La Selección? Esa puerta siempre estará abierta porque debe ser algo muy bonito, pero quiero seguir siendo feliz en el Sevilla, porque aún me queda el reto de ser protagonista en la Champions».

También reflexionó Emery sobre su pasado, en referencia a la comparación entre Sevilla y Valencia. «Son dos equipos que tienen muchos paralelismos, con dos aficiones muy exigentes. Allí en Valencia se cumplieron todos los objetivos marcados pero faltó algo y aquí en Sevilla hemos sabido valorar las cosas. Cuando llegué le dije a Del Nido que quería jugar la Champions y él me respondió preguntándome que si yo había vivido una final. Cuando lo conseguimos lo entendí, son momentos únicos para un club y una afición y eso en Valencia no pudo ser. Aquí en España tenemos a los dos mejores equipos del mundo y luego a Sevilla, Atlético y Valencia que quieren ser muy competitivos y lo consiguen pese a que cualquier equipo de la Premier tienen más capacidad económica, eso es por el nivel de exigencia que hay y que creo que no existe en Inglaterra o Alemania, donde cuando los equipos pierden la afición sigue más o menos igual debido a su fidelidad pero eso resta en lo competitivo. La afición del Sevilla es tan exigente como agradecida y eso es una fuerza mayor, cuando se conecta el equipo con esta afición el Sánchez-Pizjuán se convierte en algo especial. Yo me quedé asombrado nada más llegar cuando vi a 4.000 sevillistas en Estoril en septiembre para un partido de la Europa League o cuando vinieron en casa 30.000 personas para el Podgorica y este año me ha vuelto a pasar cuando vi a 200 acompañándonos a Logroño a la primera eliminatoria de la Copa», indicó el técnico.