Las cosas buenas, de tres en tres

El Sevilla se conjura para la primera gran semana del año, en la que deberá administrar esfuerzos, evaluar a sus lesionados y el riesgo de sanciones en tres citas importantísimas: Eibar, Leicester City y Betis.

16 feb 2017 / 12:03 h - Actualizado: 17 feb 2017 / 19:38 h.
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  • Lenglet, con un oportuno lema en su camiseta, junto a Vietto en el acto de ayer con escolares. / Manuel Gómez
    Lenglet, con un oportuno lema en su camiseta, junto a Vietto en el acto de ayer con escolares. / Manuel Gómez

Los tres enfrentamientos que afrontará el Sevilla en siete días a contar desde este sábado determinarán, en gran medida, por cuál camino se desempeñará el proyecto de Jorge Sampaoli en los últimos tres meses de la temporada. Una semana casi decisiva para tres meses decisivos. Tras la vuelta a la senda de la victoria en Las Palmas, el Sevilla tiene la oportunidad en los dos próximos sábados de volver a apretar a Real Madrid y Barcelona. Pero hay dos circunstancias que hacen que los planes se vean alterados. Por orden de importancia: la ida de los octavos de final de la Champions League ante el Leicester City miércoles 22– y la visita al Real Betis para finalizar este trío de compromisos. En el caso del derbi, los numerosos e importantes jugadores apercibidos afectará al Sevilla-Eibar de pasado mañana.

El cóctel parece difícil de equilibrar, pero no lo es realmente. El partido más señalado es el del miércoles, por lo que Sampaoli planea cambios para este fin de semana, lo que le servirá para matar dos pájaros de un tiro: administrar esfuerzos de cara a la Champions y evitar que algunos de sus titulares amenazados de sanción puedan ver una amarilla que les impida jugar en el Villamarín. Los apercibidos en la Liga son seis: nada menos que Pareja, Rami, Sarabia, N’Zonzi, Nasri y Vitolo.

Pero hay un ingrediente más: el estado de los jugadores tocados. El entrenador del Sevilla ha ido reservando a distintos futbolistas en los últimos compromisos, evidenciando que no quiere correr riesgos para el día 22. A Vitolo, ya hace varias semanas, tardó en devolverlo al césped. Con Escudero y Pareja ha pasado igual, pues llevan varias convocatorias sin aparecer. El lateral, que no juega desde el 29 de enero, ya ha empezado a entrenarse con el grupo y parece que no tendrá problemas para esta semana decisiva. Más dudas hay con el central argentino, quien tampoco aparece desde aquel 29 de enero en el que duró un solo minuto en el terreno de juego del RCDE Stadium. Ayer tampoco se ejercitó con el resto de compañeros.

Ante el Eibar, en esa defensa zarandeada por las lesiones –Rami, que no viajó tampoco a Las Palmas, también parece ya recuperado–, repetirá, salvo sorpresa, Clement Lenglet. El francés fue ayer el encargado, en un más que aceptable castellano, de mostrar la hoja de ruta del Sevilla en esta semana clave: «La Champions es muy importante, pero ahora lo es más el partido del Eibar porque es primero y en la Liga vamos terceros. Queremos estar en el grupo de cabeza, el del Madrid y el Barcelona. Ya después habrá tiempo de pensar en el Leicester». En este sentido, el galo se muestra ambicioso: «No hay que elegir, las dos competiciones son muy importantes y después del Leicester viene el Betis. Hay que ganar todos los partidos. Preparamos todos con normalidad, sin pensar en el partido de después. Sampaoli habla sólo del Eibar, porque si tenemos en la cabeza el de la Champions podemos perder los dos. La cabeza tiene que estar tranquila y centrada para jugar como el míster quiere. El Eibar es un gran equipo y viene de golear. Es una semana muy difícil con tres partidos muy importantes, pero este Sevilla tiene nivel para afrontar los tres».

Así es el discurso oficial, pero a pocos se les escapa que los tres partidos están metidos en una coctelera. De hecho, en la primera vuelta asistimos a una situación similar, con un Juventus-Sevilla a tres días de la visita a Eibar, tras la cual llegaba el Betis a Nervión también con tres jornadas de diferencia. Sampaoli, que no rotó en Turín, dejó en el banquillo de Ipurua a Franco Vázquez, Vitolo, Sergio Rico y Escudero. Y a Nasri, tocado, lo dejó directamente en Sevilla. Todos fueron titulares tres días después ante el Betis. El resultado de aquella gestión fue un empate meritorio en la Champions (0-0), otro con sensación más que agria en Ipurua (1-1) y la victoria frente al Betis (1-0). El sábado, aunque no desaparecerán todos los apercibidos de un plumazo, sí que hombres como el Mudo, Pareja y quizás Vitolo podrían no jugar el partido entero, dejando hueco, entre otros, al último en llegar, Walter Montoya, quien todavía no ha podido estrenarse con la elástica del Sevilla, su nuevo equipo.

El derbi, aunque de manera secundaria, claro que sobrevuela por Nervión, donde en los últimos años no pocas veces han tenido que conjugar esta cita clave en la rivalidad local con encuentros de máxima repercusión internacional. «Mis compañeros dicen que es un partido un poco loco y que se vive mucho durante toda la semana, porque hay mucha rivalidad. Es como la guerra de la ciudad», reconoció ayer Lenglet, que aún estaba en Francia allá por septiembre. El hoy sevillista salió con guasa de una pregunta trampa, la de elegir entre los delanteros del Eibar (Sergi Enrich), Leicester (Vardy) y Betis (Rubén Castro). ¿Cuál le gusta más y, por tanto, le parece más difícil de marcar? «Es difícil elegir ahí... Para mí el mejor es Ben Yedder», comentó entre risas un Lenglet que exhibía ayer un oportunísimo lema en su camiseta: Las cosas buenas vienen de tres en tres. Pues eso.