-
Los sevillistas que acudieron al Santiago Bernabéu.
La Federación de Peñas del Sevilla ha emitido un comunicado este jueves quejándose una vez más del trato de la Policía, en esta ocasión durante el Real Madrid-Sevilla de la Copa del Rey, partido jugado el miércoles en la capital de España. En su escrito de queja, la agrupación denuncia «cambios de instrucciones improvisadas de las condiciones de seguridad impuestas por el coordinador de seguridad del Real Madrid». La Federación denuncia que los autobuses en los que se desplazaban cientos de sevillistas desde Andalucía fueron obligados a parar y aparcar «en una zona que distaba 6,6 kilómetros del Santiago Bernabéu (para hacernos una idea, desde Parque Alcosa hasta el Sánchez Pizjuán hay 5,6), distancia que cualquiera puede considerar excesiva, y desde allí se obligó a los sevillistas a ‘buscarse la vida’ para llegar al estadio». Por si fuera poco, en el escrito relata la agrupación de peñas que «en ningún momento hubo por parte de la Policía ningún dispositivo de protección de seguridad de acercamiento de los sevillistas al estadio (las típicas bolsas de seguridad que protegen a las aficiones visitantes)».
Además, la Federación se queja porque a «estaba previsto que a la finalización del partido nos retendrían en la grada y que los autobuses nos recogerían en la torre D del estadio, que es por donde teníamos que salir. De lo cual dimos cumplida información en los autobuses antes de dispersarnos. Pero tres horas antes del comienzo del partido se nos informó de que a la salida se retendría dentro del estadio durante un tiempo prudencial a la afición sevillista, que habría una bolsa de seguridad formada por la policía donde entraría la afición sevillista escoltada hasta la boca de metro y habría metros lanzaderas que nos llevaría hasta los autobuses (improvisan que ya no venían al estadio). De todo esto, fuimos informando como pudimos (ya que no estábamos agrupados) a los peñistas que íbamos localizando que se habían desplazado con nosotros». Y añaden: «Ni se informó por megafonía (en el Sánchez Pizjuán se avisa siempre a la afición visitante poco antes de la finalización de los encuentros), cada uno salió cuando quiso, no había lanzadera de metro, ni información clara a la que atenerse (hubo quién se quedó esperando en la torre D a los autobuses) y, lo que es más grave, no había bolsa de seguridad ante un partido declarado de alto riesgo».
Las consecuencias de esto último, según la agrupación de peñas sevillistas, es que «los primeros autobuses no pudieron salir, esperando sevillistas, hasta pasadas más de 2 horas de la finalización del partido». Aclara, eso sí, que «el Sevilla FC, a través de su coordinador de seguridad, y la Federación de Peñas han actuado en todo momento de buena fe, siguiendo las instrucciones que supuestamente garantizaban con mayor efectividad la seguridad de los desplazados. Todo esto lo hacemos público para conocimiento de nuestros peñistas y de los sevillistas en general a fin de que tengamos información de los hechos acaecidos y para que en un futuro se tomen medidas para evitar que vuelva a ocurrir».