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Kjaer y Mercado, durante la primera sesión de ambos a las órdenes de Machín. / Manuel Gómez
Una de las pocas noticias positivas que ha tenido el Sevilla a lo largo de la temporada se produjo durante el entrenamiento de por la mañana, donde ya se pusieron a disposición de Pablo Machín los jugadores que han participado con sus respectivas selecciones en el pasado Mundial de Rusia.
Gabriel Mercado, Éver Banega, Simon Kjaer y Luis Muriel se pusieron a las órdenes del técnico soriano por primera vez desde que llegara este a Nervión. Caso aparte es el campeón del mundo Steven Nzonzi, que, además de tener más días de descanso debido a su dilatada trayectoria con el combinado francés en la Copa del Mundo, presenta la incógnita de si volverá a vestir la camiseta del Sevilla ante los incesantes rumores que lo sitúan fuera del club, previo pago de los 40 millones que fijan su cláusula. Aun sin la vuelta del centrocampista galo, la llegada de los mundialistas le va a venir a Machín como agua de mayo visto lo visto en los tres partidos que han jugado los hispalenses y la poca efectividad y contindencia que han mostrado en todas sus líneas.
El último encuentro, ante un rival de su nivel como el Benfica, destapó muchas de las carencias que los sevillistas dejaron entrever en los choques previos contra Murcia y Bournemouth. La llegada de futbolistas como Kjaer, Banega o Mercado, hombres que han sido columna vertebral del equipo durante la pasada campaña, va a elevar el nivel de un conjunto que todavía no ha sido capaz de encontrarse consigo mismo y que ya este próximo jueves tiene el primer partido oficial, ante el Újpest en la Liga Europa.
Para este envite, probablemente, Machín no contará con ellos y dará el testigo a jugadores con los que ha estado ensayando en los últimos entrenamientos y amistosos, pero con casi total seguridad sí jugarán la vuelta en tierras húngaras para que vayan cogiendo el rodaje de la competición una vez hayan adquirido conceptos e ideas del exentrenador del Girona.
Luis Muriel es otro de los integrantes que, sin haber sido clave el pasado curso, tiene una nueva oportunidad para demostrar el alto precio que se pagó por él. Ha dejado claro que su posición no es la de delantero centro y que su lugar está en tres cuartos de campo. El sistema de Machín, que sitúa dos mediapuntas muy juntos y por detrás del delantero, puede potenciar las virtudes del colombiano de cara a portería.