Mariano por Coke: punto final

Gran partido del brasileño, muy por encima ahora mismo. Pitos para Emery por los minutos finales, donde un Sevilla lejos de la plenitud decidió arriesgar cero

30 nov 2015 / 00:02 h - Actualizado: 30 nov 2015 / 17:30 h.
"Sevilla FC","Unai Emery","Coke","Mariano Ferreira"
  • Un joven aficionado llora durante la foto del equipo con los más pequeños junto a Krychowiak y Mariano. / Manuel Gómez
    Un joven aficionado llora durante la foto del equipo con los más pequeños junto a Krychowiak y Mariano. / Manuel Gómez

No era un plebiscito, pero en el ambiente se palpaba la necesidad de que el Sevilla hiciera un buen partido para que el hartazgo que muchos aficionados tenían no estallase en forma de pitada o pañolada. Así es el fútbol, un hoy eterno que pocas veces mira hacia atrás. Y en el caso del Sevilla no hace falta hacer un ejercicio supino de memoria para recordar grandes alegrías y sensaciones de orgullo por el equipo. Incluso, para qué negarlo, se escuchó algún silbido aislado cuando la megafonía anunció el nombre del entrenador y también al final del partido. Al igual que el clásico «échale hue...» que no suele ser buen indicativo.

Los muchos que entraron tarde apenas se perdieron nada. Las largas colas para entrar (avisadas por el club) dieron un ambiente desangelado al comienzo de un choque en el que se notaba presión en las piernas de los 22 futbolistas. No es habitual ver a un Valencia tan pobre ni a un Sevilla tan limitado por las circunstancias. Cuando Emery y Nuno acaparaban tanto protagonismo en la previa, malo. Y así era.

Y lo que son las cosas: Carcedo, ayudante de Unai, era quien más gesticulaba en la banda dando instrucciones. El motivo no era otro que N’Zonzi, dado el manejo del francés que tiene el segundo técnico sevilista. El jugador galo volvió a ser titular en casa. Emery insiste en que puede ser muy útil para el equipo. Y ayer jugó un encuentro bastante bueno. Es necesario mirar atrás para darle un voto de confianza al entrenador en este tipo de apuestas. Y tiene la lógica de las dos caras del Sevilla. En casa propone más fútbol, suele llevar el peso de los partidos y N’Zonzi puede actuar de pivote de apoyo para Banega a la hora de construir. Lejos de Nervión esa cualidad apenas tiene sentido mientras el Sevilla siga tan descosido y blando. Sea como sea, la aportación del ex del Stoke City debe ser muchísimo más alta.

Y sea como sea el Sevilla debe crecer. Lo puede hacer si todos los fichajes se ponen las pilas como Mariano, que ya se puede considerar indiscutible en el lateral diestro. El célebre Mariano por Coke debe ser ya fijo... pero en la alineación titular. El ambiente en Nervión estaba enrarecido por la trayectoria del equipo. No sólo se notó en esos tímidos pero existentes silbidos a Unai antes del choque, sino a la finalización del mismo. El Sevilla ganaba ante un rival con nueve hombres, entregado como pocos rivales, descompuesto en todos los ámbitos y Emery mandó tener el balón, orden que sus jugadores ejecutaron con descaro incluso cuando rondaba el área che y los espacios eran groseros. Aunque en el césped no hubo nervios la grada se desesperó, temiéndose el drama. Un gran Sevilla habría goleado. Pero al de ayer sólo le importaba ganar. Y ganó. Ahora, a crecer. Ya es hora.