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Matías Kranevitter, a la izquierda, y Joaquín Correa, a la derecha, vestidos por primera vez del Sevilla, ayer en Nervión. / Pepo Herrera
No hay manera de ablandar a Miguel Ángel Ramírez, presidente de Las Palmas. Así lo entienden en el Sevilla, donde aseguran que la última oferta por Roque Mesa está hecha desde hace días y que será definitiva. Esta no llega a los diez millones que solicita el club canario, por lo que a Monchi, director deportivo nervionense, no le quedó otra que usar ayer de manera pública la táctica del descarte. «Lo de Roque Mesa está claro: creemos que tiene un valor y Las Palmas cree otra cosa, prácticamente está descartado porque no hay manera de entenderse...», resumió el de San Fernando, que usó palabras casi calcadas a las de hace un año, cuando dio por perdido a un Konoplyanka que finalmente vistió la camiseta del Sevilla. Sólo Ramírez sabe qué pasará ahora con Roque, cuya desesperación va en aumento a medida que sigue bloqueado su traspaso.
La sentencia de Monchi fue sólo una pequeña parte de la intervención pública que hizo ayer tras presentar en sociedad a Matías Kranevitter y Joaquín Correa, los dos últimos fichajes. El exportero invitó a todos los sevillistas a creer en este novedoso proyecto: «Estoy muy contento por lo que estamos trayendo, pero sobre todo por lo que puede venir. Creo que si lo conseguimos le va a encantar a la gente. Buscamos jugadores que sean protagonistas con el balón, que defiendan con el balón, quizás no necesitemos perfiles más físicos como otros años».
Dentro de «lo que está por venir» se encuentran Ganso (Sao Paulo) y Franco Vázquez (Palermo). «Las negociaciones con sus clubes van avanzando, pero todavía no hay nada cerrado. Hay cuestiones ajenas al Sevilla que retrasan la firma y que no tienen nada que ver con las cantidades de los traspasos. Somos relativamente optimistas», expresó Monchi, sin profundizar qué es lo que frena la llegada del italo-argentino. En el caso de Ganso, la última oferta sevillista –9,5 millones– es la definitiva para cerrar el pase, aunque éste no se producirá hasta que el Sao Paulo finalice su concurso en la Copa Libertadores.
Los dos se unirán a Kranevitter y a Correa. El primero llega procedente del Atlético de Madrid, que se negó a incluir una opción de compra al tener pendiente aún una sanción de la FIFA que le impediría fichar. El argentino no podrá jugar contra el Atlético en la Liga en el Vicente Calderón. «Vengo a Sevilla a demostrar lo que puedo hacer, pues en el Atlético tocó jugar poco. Este equipo va a pelear por todo y con todos», dijo Kranevitter. Por su parte Correa se limitó a prometer «sacrificio, trabajo y humildad. Mi intención es demostrar nivel en la cancha porque la apuesta ha sido importante por parte del Sevilla». En este sentido, el ex de la Sampdoria aclaró que siempre ha jugado «por la izquierda», aunque está «preparado para lo que decida Sampaoli», quien «ha sido importante» a la hora de «decidirme por el Sevilla, aunque no es la única razón. Siempre me hablaron muy bien de este club y de la ciudad».
Para el resto de las posiciones, Monchi apenas dio pistas. Como informó ayer este periódico, se estudia la posibilidad de fichar un central y otro centrocampista –si no llega Roque Mesa, dos–, además de uno o dos delanteros, una de las posiciones que más preocupan a la afición: «Tenemos cuatro delanteros y el míster los está conociendo. Por Vietto no hay nada. La delantera y el centro de la defensa no son urgentes en estos momentos». De igual forma, el de San Fernando reconoció que ahora tendrá que aligerar la plantilla: «El grueso de la planificación, en cuanto cerremos estas operaciones que hemos comentado antes, está encauzado. Algunas de las salidas están ya marcadas, otras todavía no. El entrenador, por ejemplo, quiere ver a jugadores como Cristóforo».