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Nasri, en el último partido ante el Barcelona. / M. Gómez
Samir Nasri, gracias a su buen arranque de temporada con el Sevilla, ha vuelto a estar en las quinielas para regresar a la selección francesa, aunque de momento se quedó fuera. En declaraciones efectuadas en su país –en España no concede entrevistas–, concretamente al programa L’equipe du soir, el atacante elogió a Jorge Sampaoli, pieza fundamental de su buena aclimatación en Sevilla. «He tenido mucha suerte, he tenido una mezcla de técnicos este año muy buena. Hice la pretemporada con Guardiola y él hizo que me diera cuenta de algunas cosas. Me dijo que yo era un desperdicio, me lo llegó a decir varias veces y me hizo reflexionar. Y ahora tengo a Sampaoli, que es una mezcla de Bielsa y Guardiola. Su adjunto, Juanma Lillo, fue el mentor de Guardiola, así que la asociación de los dos en Sevilla funciona muy bien. Siento que puedo progresar con ellos», explica el francés.
El jugador sevillista reconoce que empezó el verano pasado de peso: «Cuando llegué Guardiola me dijo que mi peso debía ser 76 kilos. Yo no había pesado eso desde que jugaba en Marsella, porque en la Premier siempre hay un programa para coger más músculo. Guardiola suprimió muchas cosas en la cocina e incluso nos decía que si queríamos mantener relaciones sexuales fuera antes de la medianoche para poder descansar bien». En un estado de forma idóneo, Nasri pasa por imprescindible en el actual Sevilla, aunque pocos saben si existe la posibilidad de ampliar su estancia un año más. «Guardiola poco a poco cambió su opinión de mí. Ya no me decía que era un desperdicio, sino que debía estar jugando en el Barcelona y que me quería, que no me fuera al Sevilla, pero yo necesitaba jugar».