Cuando Pablo Blanco Blanco (Sevilla, 1951) colgó las botas a la mediados de los años 80 del pasado siglo, muy pocos por Nervión imaginaban que alguien superaría el número de partidos oficiales en los que defendió la camiseta blanca y roja del Sevilla: 415. Cuando el fútbol se globalizó, prácticamente nadie daba un duro por ello. Pero este viernes el Ramón Sánchez-Pizjuán podría asistir a un nuevo récord. Lo tiene a tiro Jesús Navas González (Los Palacios, 1985), quien igualó con el actual coordinador de la cantera sevillista el pasado fin de semana en el Santiago Bernabéu. Blanco fue un one club man, pues sólo se enfundó la camiseta sevillista en su carrera, aparte de la roja de la Selección. Lo hizo desde la campaña 1971-72 hasta la 1983-84, muy poco antes de que naciera quien mañana le puede arrebatar el récord. Lo puede hacer, Berizzo y Marcucci mediantes, un Navas que debutó como sevillista en la temporada 2003-04 y que el pasado verano regresó a casa con visos de hacerlo hasta el final de su carrera.

Si Pablo Blanco jugó con el Sevilla incluso en la Segunda –los 70 fueron una década difícil para el club de Nervión, que disputó la categoría de plata tres campañas, desde la 72-73 hasta la 74-75–, Jesús Navas tuvo un paréntesis como sevillista de otras tres campañas, las que militó en el Manchester City desde 2014 hasta 2017. Sus números, de no haberse movido del Sánchez-Pizjuán, hubiesen sido casi insuperables de aquí en adelante. «Los van a ser de todos modos», avisa el propio Pablo Blanco, quien recuerda en conversación con El Correo de Andalucía que «ahora se juegan muchos más partidos que en mi época, cuando raro era llegar a las 40 citas por campaña. Jesús tiene un físico privilegiado que le permitirá jugar varios años más. Ahora está incluso mejor que cuando se fue, más fuerte de tren inferior, y es un jugador más maduro que tiene que adquirir ahora todavía más protagonismo en los partidos. Navas va a llegar a los 600 partidos con el Sevilla, y eso sí que será ya insuperable».

No oculta el veterano exfutbolista que le da «un poco de coraje» que se vaya a batir el récord, aunque reconoce a viva voz que «es un orgullo que lo vaya a hacer un jugador de la cantera del Sevilla y no un extranjero fichado. Y además un futbolista que fui yo mismo el que lo fiché para el club». Habla Pablo Blanco de aquella vez que, a las puertas del nuevo siglo, fue a ver a un portero de la UD Los Palacios y acabó fijándose en un menudo jugador al que pocos le echaban cuenta: «Iba a ver a Wilfred, el portero, y le pregunté al presidente de Los Palacios por el pequeño que jugaba en ataque. Me dijo que era el mejor aunque nadie se fijaba porque era muy chico. Lo cité para que viniera junto a Wilfred a las pruebas y lo firmamos del tirón, era un cañón. Navas es muy tímido fuera del campo, pero dentro es un descarado, y lo es desde aquella época en la que era cadete».

Aquel chico menudo, descarado en el terreno de juego y que jugaba varias categorías adelantado a su edad no será, salvo sorpresa, titular este viernes, pero a buen seguro que en la segunda parte su entrada al césped del Sánchez-Pizjuán convertirá un Sevilla-Levante cualquiera en un partido histórico en Nervión. El del día en que cayó el récord de Pablo Blanco en el Sevilla. Atrás quedaron yaArza (414), Jiménez (408), Campanal II (403), Busto (400) y Rafa Paz (384). Casi nada.