Nervión, ante otra cita para la historia

El Sevilla se juega la posibilidad de alcanzar una nueva final delante de su afición, cuyo aliento se antoja determinante

05 feb 2018 / 20:52 h - Actualizado: 06 feb 2018 / 13:02 h.
"Sevilla FC"
  • A la izquierda, los jugadores del Sevilla celebran su pase a la final de la Europa League 2016. A la derecha, la victoria sobre Osasuna en la UEFA y el gol de Puerta al Schalke. / Manuel Gómez. Antonio Acedo
    A la izquierda, los jugadores del Sevilla celebran su pase a la final de la Europa League 2016. A la derecha, la victoria sobre Osasuna en la UEFA y el gol de Puerta al Schalke. / Manuel Gómez. Antonio Acedo

El sorteo de las semifinales de la Copa del Rey que enfrenta al Sevilla y al Leganés dictó que el segundo duelo tendrá por escenario el Sánchez-Pizjuán y será en él donde se decida el nombre del finalista. El 1-1 del partido disputado en Butarque hace que la expectación sea enorme y ésta recuerda episodios vividos años atrás en los que el equipo se jugó ante su afición el pase a una finalísima.

En febrero de 2004, el Sevilla tenía la posibilidad de meterse en la final de la Copa, aunque para ello debía apear al Real Madrid. El equipo, con Joaquín Caparrós al frente, había perdido por 2-0 la ida, pero en la mente estaba el 4-1 al conjunto merengue en la Liga. Y ese cosquilleo se acentuó cuando, a los 44 segundos de juego, Antonio López puso boca abajo Nervión. Sin embargo, ese 1-0 terminaría siendo el resultado definitivo de un duelo vibrante.

Dos años después, el fútbol quiso que un canterano, Antonio Puerta, diera al sevillismo una de las mayores alegrías de su historia con aquel zurdazo en la prórroga ante el Schalke 04 que clasificó al Sevilla para su primera final de la Copa de la UEFA. Fue, sin duda, un antes y un después que ningún sevillista podrá olvidar jamás.

Una temporada más tarde, con Juande Ramos en el banquillo, el Sevilla se clasificaba para su segunda final de la Copa de la UEFA tras remontar su duelo contra Osasuna –los navarros habían ganado por 1-o la ida– con goles de Luis Fabiano y Renato (2-0).

Días más tarde, aquel Sevilla de leyenda se clasificaba también para la final de la Copa tras rubricar el 0-3 de Riazor con un 2-0 (Duda y Chevantón) en un Sánchez-Pizjuán que celebró por todo lo alto su vuelta a una final copera 45 años después.

No sucedió lo mismo en la campaña 2012/13. El Sevilla de Unai Emery se quedó a las puertas de la final del torneo del KO tras perder por 2-1 en el Vicente Calderón y no pasar el empate (2-2) en casa ante los de Simeone.

Pero Emery no se marcharía sin vivir antes una clasificación en el Sánchez-Pizjuán. Así, en 2016, el Sevilla, tras empatar en Ucrania (2-2), tumbó al Shakhtar (3-1, dos goles de Gameiro y uno de Mariano) y se metió en la final de la Europa League.

Ahora, el Sevilla de Vincenzo Montella tiene la oportunidad de volver a dar una alegría a la afición en su propio estadio. Es un día señalado y el equipo no puede fallar a los suyos.