Nervión perdona a sus guerreros

El borrón en el Bernabéu lo apea de la Copa, pero el Sevilla mostró que sólo fue un lapsus y que ha aprendido la lección. Se va del torneo, pero sin heridas: el Madrid es su verdugo y tiene dos nuevas armas: Jovetic y Lenglet. El resto del año empieza este domingo

13 ene 2017 / 00:38 h - Actualizado: 13 ene 2017 / 00:46 h.
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  • Los jugadores del Sevilla agradecen la ovación de la grada al término del partido frente al Real Madrid. / Manuel Gómez
    Los jugadores del Sevilla agradecen la ovación de la grada al término del partido frente al Real Madrid. / Manuel Gómez

La Copa del Rey invita a la locura, pero no a tanta. El Sevilla se tomó la vuelta de su envite contra el Real Madrid con dos premisas: no arriesgar a muchos titulares y dar la cara como no lo hizo en el Santiago Bernabéu. Ya como tercera premisa, pero residual, la remontada. Cumplió las dos primeras, las que estaban en su mano, para satisfacción del sevillismo, que no se cansa de creer y llenó el Sánchez-Pizjuán. Obviando lo ocurrido en Madrid, sobre el papel el Sevilla se marcha de la Copa sin heridas: caer ante el Real es lo normal en cualquier equipo del mundo y, dado los frentes que tiene abierto el equipo de Sampaoli, no es ningún drama limpiar el calendario y buscar la gloria en la Champions. Y en la Liga.

La máxima que dice que no hay mal que por bien no venga. El Sevilla se lo puede permitir: va segundo en la Liga, está en los octavos de la Champions y viene de ser subcampeón en la Copa. Ni un reproche más allá de la lección que debe haber aprendido Sampaoli: no hay que subestimar a ningún rival, como hizo en Madrid. Si respeta ese aprendizaje, el Sevilla tiene mucho que decir en esta temporada, aunque no gane nada, que es lo que pasará salvo explosión de hiper grandeza del siempre indescifrable equipo nervionense.

El caso es que el panorama del Sevilla se aclara en cuanto a compromisos y no se emborrona por malas sensaciones, las mejores consecuencias posibles tras el siempre desagradable trago de hincar la rodilla. Es más, el partido de anoche sirvió de carta de presentación de dos refuerzos como Lenglet y Jovetic. El francés debutó ante un Miura y cumplió, ofreciendo aptitudes más que prometedoras para ser otro acierto de Monchi. El montenegrino tardó menos de diez minutos en marcar. Poco más que añadir: por mucho que Sampaoli esperara otro tipo de delantero el ex del Inter tiene mucho que decir en Nervión, donde todos se hacían la misma pregunta: ¿Y si hubieran salido así en la ida? ¿Y si Iborra no la falla sin portero? ¿Y si Mateu...? Porque el sevillismo es insaciable, lo quiere todo. En Nervión no se para.