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Los jugadores del Sevilla celebran uno de sus cinco goles al Zalgiris. / Efe
Dos zarpazos de Nolito y Sarabia antes de los primeros diez minutos mandaron a la basura las ciertas esperanzas verdiblancas de ver al Sevilla hincar la rodilla en Vilna. El Zalgiris no fue rival para un equipo, el de Pablo Machín, que mostró una apabullante superioridad desde el primer minuto. Un arranque parecido al de la ida, sin dejar que los lituanos prácticamente tocaran el esférico pero esta vez, además, marcando en sus dos primeras ocasiones. Primero, y al fin, fue Nolito, rematando a placer un pase de Sarabia tras recoger éste el balón de Ben Yedder por la derecha. Segundo, el propio Sarabia, el hombre del verano en el Sevilla por su enquistada renovación, quien remató sutilmente un pase fuerte de Aleix Vidal y que cogió desprevenido a Bartkus, el héroe de los lituanos en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
No hubo historia. Ni siquiera una dificultad justa como para evaluar a hombres como Gnagnon (aunque casi la lió en un intento de engaño a Slijngard y que no acabó en gol de milagro). Sí para destacar el momento de Sarabia, con 26 goles y 24 asistencias en 104 partidos con el Sevilla, pues justo antes del descanso marcó desde fuera del área con su pierna mala tras un certero recorte. También resaltó el gran entendimiento entre Banega y Amadou. El francés es rápido, no pierde la concentración y sabe perfectamente cuándo sumarse al ataque, rondando el área con peligro y cerca de marcar tras una pared con Ben Yedder. Y si otras veces Nolito fue protagonista por su gafe de cara a portería, esta vez debe ser mencionado porque a su indudable pundonor añadió gol. Algo es algo y quizás haya roto su penosa racha, aunque tuvo más oportunidades para ampliar su cuenta particular.
El resultado al descanso era tan contundente como justo. Incluso pudieron llegar más tantos por medio del propio Sarabia, Nolito por dos veces y un Ben Yedder muy participativo en las jugadas pero sin el tino habitual para marcar. Necesita cariño el atacante francés y eso, en el caso de un delantero, llega de la mejor forma observando cómo el balón toca la red de la portería rival. Más aún cuando viene de errar un penalti en el último minuto de una final.
Lo sabía Machín y por eso siguió jugando tras el descanso. El técnico estaba ya pensando en Vallecas y por eso mandó a la caseta a Escudero y a Sarabia, dando entrada a Muriel y Arana. Y más tarde a Banega. «Machín parece un tipo sin pamplinas. Y eso, hoy en día, no es poco», comentaban acertadamente en el perfil de twitter de un conocido blog sevillista durante el partido. Tiene el soriano las ideas bastante claras y poco a poco consigue que sus jugadores se convenzan de ellas y que la dirigencia apriete para tener las armas ideales para llevar al Sevilla a buen puerto. Ni José Castro ni Joaquín Caparrós, es Pablo Machín la gran esperanza del sevillismo en este cambio de proyecto rodeado de demasiados gritos externos fruto de la extendida incertidumbre popular.
El Sevilla se tomó el pertinente respiro en la primera media hora de la segunda mitad. La presión ya no era la misma y los verdiblancos se acercaron a las inmediaciones de Vaclik. Primero avisó Baravykas con un potente zurdazo que besó el larguero. Después fue Simkovic, con otro fuerte disparo que hizo trabajar a Vaclik, quien envió a córner. Respondió de la misma forma Muriel, quien una vez más exhibió su impresionante condición física y su desesperante y paupérrima eficacia de cara al gol. Una vez Bartkus a un tiro centrado del colombiano y otra vez un desviado tiro con todo a favor tras asistencia de Ben Yedder. Nada, negado. Tuvieron que ser Nolito, con su clásico disparo al palo corto, engañando al portero, y Arana, con un tanto parecido pero por alto (con su pierna mala) quienes redondearon la goleada de un buen Sevilla que ya mira a la Liga.
FICHA TÉCNICA
ZALGIRIS: Bartkus; Baravykas, Tomic, Mbodj, Slijngard; Blagojevic, Manzorro (Simkus, min.54); Antal, Simkovic, Mikouliunas (Nyuiadzi, min.46); y Ogana (Malec, min.65).
SEVILLA: Vaclik; Aleix Vidal, Sergi Gómez, Carriço, Gnagnon, Escudero (Arana, min.46); Amadou, Banega (Berrocal, min.55); Sarabia (Muriel, min.46), Ben Yedder y Nolito.
GOLES: 0-1, min.6, Nolito. 0-2, min.7, Sarabia. 0-3, min.44, Sarabia. 0-4, min.80, Arana. 0-5, min.83, Nolito.
ÁRBITRO: Enea Jorgji (Albania). Amonestó a Arana (min.75), del Sevilla.
ESTADIO: LFF Stadionas de Vilna (Lituania).