Unai Emery vivió con enorme alegría el pase a la finalísima de la Europa League. Ahora, queda poner la guinda en Basilea, donde espera el Liverpool.
«Ha sido una eliminatoria dura, con momentos en los que que tienes que jugar con la corriente en contra. Hemos jugado ante un buen rival. Los dos nos conocíamos bien. El equipo, en los dos partidos, ha estado siempre de pie. Nos ha beneficiado ese resultado a favor que hemos tenido durante toda la eliminatoria. Hoy empezamos bien, aunque luego ellos se repusieron y nos empataron. Nos enseñaron los dientes. Pero después del descanso nosotros necesitábamos llevar el partido hacia donde nos sintiésemos más cómodos. El gol nos ayudó», resumía Emery.
«Todos los sevillistas sentimos algo especial con esta competición porque nos ha dado mucho. En la Liga, con el séptimo puesto asegurado, teníamos que volcar todo al duelo de hoy. El reto de jugar una nueva final en Europa... Era el último día de todo y según ello íbamos a poder transmitir ilusión. Hace unos años estábamos en una situación complicada, había que coger el toro por los cuernos», apuntaba el técnico, destacando que «hoy tuvimos presentes a los lesionados, que se lesionan por jugar estos partidos y a este nivel. Lo hemos dado todo; la afición y nosotros estamos contentos, ahora toca disfrutar de la final. El que no quiera crecer, que se quede en su casa. El que viene no puede ser uno más, tiene que sumar por delante. Estamos para hacer algo, con el objetivo de crecer y mejorar. Queremos ganar el doblete, pero viendo los rivales será muy difícil. Nosotros jugaremos para ganar el doblete».
Ahora, el último paso es derrotar al Liverpool en Basilea: «Es un rival muy duro y muy difícil. El resto es muy grande. Estos momentos hay que saber vivirlos porque alcanzarlos no es sencillo. Tenemos que competir para ganar».