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Los jugadores del Sevilla y del Leicester, sobre el césped del Sánchez-Pizjuán. / Manuel Gómez
El fútbol está plagado de encuentros como el de Liga de Campeones disputado en el Sánchez-Pizjuán entre el Sevilla y el Leicester. El equipo de Jorge Sampaoli hizo méritos suficientes para sentenciar la eliminatoria, pero la falta de definición –dos palos y la gran actuación del portero Schmeichel incluidos– y el puntual acierto del conjunto inglés derivaron en un 2-1 que deja todo para la vuelta. El equipo de Claudio Ranieri se fue con vida de Nervión y saldrá a por todas en su estadio, donde el Sevilla tendrá que ofrecer su mejor versión. Hay muchas razones para seguir creyendo en este Sevilla, pero es obligado que esa versión salga a relucir, sí o sí, en el King Power Stadium.
SUPERIORIDAD MANIFIESTA.
El Sevilla dejó claro que no está en la Champions ni lucha por los primeros puestos de la Liga por casualidad. Su gran campaña, sólo empañada por la Copa, se refleja en partidos como el del pasado miércoles: 72,5% de posesión de balón (por 27,5% del Leicester); 22 remates y 7 de ellos a portería (7 y 2 para los ingleses); 2 tiros al palo; 8 saques de esquina (1 a favor del Leicester), 656 pases totales (252 de su rival)... Los números constatan una superioridad clara, fruto de la mayor calidad técnica y de la mentalidad nervionenses, armas que deben volver a verse en el choque de vuelta.
SÓLO CUATRO RESULTADOS LE APEARÍAN.
Dejando aparte la Supercopa de Europa y la de España, el equipo de Sampaoli lleva disputados 34 partidos entre Liga, Copa y Champions. De esos 34, perdió seis, aunque sólo en cuatro lo hizo por un resultado que le apearía de la Champions en Leicester en caso de repetirse (el 3-1 ante el Athletic, la Juve y el Espanyol, y el 3-0 frente al Real Madrid). El 2-1 ante el Granada y el Barcelona, por su parte, forzaría la prórroga.
MARCÓ EN 29 DE SUS 34 ENCUENTROS.
Una de las grandes virtudes del Sevilla es su potencial ofensivo y en tierras británicas aprovechar sus ocasiones se antoja clave. Le respalda un dato: ha marcado en 29 de sus 34 partidos. Sólo se quedó sin pólvora ante el Villarreal en la Liga (dos veces), Juve y Lyon en la Champions y Real Madrid en la Copa. El Leicester, por su parte, acusó ese problema dos veces en el torneo continental (en siete partidos disputados) y once (de 25) en la Premier.
INVICTO E IMBATIDO LEJOS DE CASA.
Si en el plano ofensivo el equipo de Sampaoli destaca por su potencial, en el defensivo hay datos que también le respaldan. Sin ir más lejos, en la presente edición de la Champions el Sevilla no sólo no conoce la derrota lejos de casa sino que, además, permanece imbatido. Empató a cero en el dificilísmo campo de la Juve, ganó en Zagreb y empató en Lyon. Ahora, turno para Leicester.
EXPERIENCIA, DIVINO TESORO.
Por mala que esté siendo su campaña liguera, la Champions es la gran ilusión del equipo de Ranieri. El gol de Vardy le da alas tras ver perdida la eliminatoria y su motivación será enorme. Ante ello, el Sevilla deberá tirar de experiencia en partidos de máximo nivel. Nasri, Vitolo, Jovetic, Sergio Rico, Rami, Escudero, N’Zonzi, Pareja, Iborra... Jugadores de peso que deben tirar de liderazgo por más que sea un momento en el que todos los jugadores deben apretar los dientes. Queda tiempo hasta el partido de vuelta, pero hay mucho prestigio e historia en juego y nadie está dispuesto a dejar pasar esta gran oportunidad de estar entre los ocho mejores equipos del continente.