Remate o venganza

Sevilla y Betis terminan hoy su duelo copero con el pase a cuartos en juego

12 ene 2016 / 17:25 h - Actualizado: 12 ene 2016 / 13:30 h.
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  • Los jugadores del Betis y del Sevilla, en el derbi liguero del Villamarín. / Inma Flores
    Los jugadores del Betis y del Sevilla, en el derbi liguero del Villamarín. / Inma Flores
  • Posibles alineaciones.
    Posibles alineaciones.

Sevilla y Betis deciden esta noche cuál de los dos equipos sevillanos sigue adelante en la Copa del Rey. Un derbi escondido entre la repleta actualidad de ambos equipos, sobre todo en un Betis que ha cambiado de entrenador hace pocas horas. Este hecho añade un poco de vida a la eliminatoria, herida de muerte en la ida disputada en el Villamarín. Allí ganaron los sevillistas 0-2, por lo que la lógica obliga a pensar que serán los nervionenses quienes pasen a los cuartos de final. Sin embargo en fútbol nada es definitivo, y menos en un derbi en el que se presume que el Betis competirá mucho mejor que en la ida, cuando Mel apostó por un equipo plagado de suplentes y bajo un ambiente de desunión y rendición palpable en el discurso del entrenador.

La llegada de Merino y la obligación de remontar cambiará todo. El técnico verdiblanco ya ha avisado de que sacará a los mejores –N’Diaye está sancionado y Westermann lesionado–. Es decir: Adán estará entre los palos, Bruno con Pezzella y Rubén Castro, Joaquín y Ceballos comandarán el ataque. No le queda otra al Betis y no tiene más opciones el debutante Merino (por algo la directiva bética decidió actuar).

En el Sevilla, más que en las presumibles rotaciones de Emery, la preocupación radica en cierto aire de confianza que puede provocar el resultado y el hecho de haber visto al Betis tan mal en la ida. De combatir tal posibilidad se está encargando el entrenador y el presidente. En el recuerdo colectivo sigue latente el Euroderbi y la remontada sevillista tras un 0-2 bético en el primer partido. Precisamente el recordado compromiso europeo evidencia la dificultad del reto del Betis: aquel gran Sevilla, más eficaz y sólido que el actual, sudó de lo lindo para remontarle a un Betis aún más débil que el presente. A eso se une la magnífica trayectoria que presenta el cuadro nervionense en su estadio, tanto esta campaña (cayeron Madrid, Barça, Juve, Athletic y Valencia, entre otros) como en los últimos meses.

Sea como sea, Emery rotará dentro de la lógica. Mariano sustituirá al sancionado Coke, Carriço podría quedarse en el banquillo ante el regreso de Rami, el omnipresente Cristóforo tendrá descanso y dejará el sitio a Iborra –sin descartar del todo al desaparecido N’Zonzi–, Vitolo también lo verá desde la grada, por lo que Reyes jugará; no así Immobile, otra vez fuera. Llorente apunta de nuevo al once titular.

Será el tercer derbi en menos de un mes. Una saturación que ha potenciado la crisis del Betis hasta el extremo. Los verdiblancos fueron incapaces de chutar a la portería sevillista en los dos derbis anteriores. Para vengar la afrenta del Euroderbi, el Betis tendrá que cambiar de arriba a abajo. Para rematar al eterno rival una vez más, el Sevilla deberá afianzar los conceptos que sí le mantienen como equipo podeoroso y fiable en su estadio, donde acumula seis partidos oficiales seguidos sin encajar un solo gol. Eso de que el Betis poco tiene que perder es rotundamente falso: el orgullo bético tras los últimos fracasos ante el eterno rival está en el aire y, aunque no pase la eliminatoria, debe contentar a su afición con un partido digno, al menos. Tampoco es verdad que el Sevilla tenga poco que ganar: ¿le parece a usted poco un derbi sevillano? ~