«Sacaremos los tanques a la calle»

—La actualidad manda. ¿Cómo ha sentado en el club esta nueva proposición de sanción por cánticos ofensivos que implica el cierre del Gol Norte hasta en ocho partidos más o cuatro el estadio en su totalidad?

—La palabra es indignación. En el Sevilla estamos tremendamente indignados por la primera sanción y por esta nueva que se plantea en el Comité de Competición. Nosotros estamos alineados con todas las autoridades para erradicar la violencia de los estadios, pero se están cebando con el Sevilla y además con medidas totalmente desproporcionadas. Los cánticos de los que hablamos son reprochables, pero hablar de 12 partidos de cierre a una de nuestras gradas por dos de los expedientes que tenemos abiertos es para estar profundamente indignados y cabreados.

—¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Sevilla?

—A cualquier sitio con tal de detener esta tropelía e injusticia. Tenemos que luchar por los intereses de nuestros aficionados.

—Hay quien pide incluso la insumisión...

—Nosotros estamos dispuestos a sacar los tanques a la calle. Acudiremos a todos los organismos deportivos y por supuesto a la justicia ordinaria si hace falta. Usaremos todos los mecanismos que estén al alcance de la entidad. Esto es un atropello al Sevilla y pelearemos hasta la muerte.

—Les apoyan en esto incluso las peñas del Betis...

—Es que todos lo vemos igual. Es una injusticia total y agradecemos su apoyo. Hasta el propio Tebas lo ve desproporcionado.

—Hablamos de desproporción pero también de agravios comparativos ¿no?

—Las comparaciones no me gustan. Aunque todos veamos que se insulta en los demás campos prefiero centrarme en el Sevilla. Si esto le pasa a otro equipo lo calificaría igual, como un atropello. Pero es que siempre acaba pasando aquí... El Sevilla se esmera en poner todas las medidas posibles para erradicar la violencia del fútbol, para expulsar a los violentos de los estadios, pero no podemos criminalizar a toda una afición o a un grupo en concreto. Se está matando moscas a cañonazos.

—¿Qué tal es la relación del Sevilla con Tebas? ¿A qué cree que responde esta aparente persecución?

—No sé la razón. Como consecuencia del fallecimiento de un seguidor del Deportivo de La Coruña en una pelea con supuestos ultras del Frente Atlético se ha creado un punto y aparte en la lucha contra los violentos, lo que ocurre es que algunas de las medidas adoptadas son desacertadas y desproporcionadas. No entendemos por qué un sector de la afición del Sevilla está señalado en Madrid como grupo violento cuando son algunos, como en todos lados. En toda la temporada no ha pasado nada en los partidos celebrados en el Sánchez-Pizjuán: ni objetos lanzados, ni bengalas ni nada.

—Hay gente que al hilo de las supuestas disputas accionariales que existen en el Sevilla mantiene la idea de que a la familia Del Nido le conviene esto porque así se desgasta la figura de su actual presidente, José Castro...

—No puedo más que reírme. No puedo pretender nada malo para el Sevilla. Soy sevillista, socio desde que nací y vicepresidente del club, ¿cómo voy a desear algo malo para mi equipo?

—Dicen que es porque su padre, con su apoyo, quiere desbancar a Castro de la presidencia.

—Mi padre está en prisión, incomunicado, y tiene cosas más importantes en las que pensar que entablar una guerra con nadie por el Sevilla. Y si alguien tiene dudas, pertenezco a una generación de sevillistas contrastados y sólo queremos lo mejor para el club. Pensar que quiero que sancionen al Sevilla es ver demasiadas películas de ficción, y quien lo haga debería dejar de ver la tele por un tiempo. No tenemos relación con Tebas, económica menos aún, y esas disputas que dice la gente que hay con Sevillistas de Nervión las aclaro de la siguiente manera: mis acciones apoyan incondicionalmente a Pepe Castro, amigo de la familia, socio y un presidente que está teniendo unos resultados espectaculares en los meses que lleva en el cargo. Sevillistas de Nervión seguirá dando estabilidad al club independientemente de los problemas jurídicos que pudiera tener ahora. A Roberto Alés lo quiero como si fuera mi padre y con Francisco Guijarro y Gómez Millán la relación es como siempre, buena. Con Castro no hace falta ni que lo diga, es mi presidente.

—Otra de las patas importanes del club es Monchi. ¿Hay riesgo de que se vaya?

—Haremos todo lo posible para que no. Le quedan dos años de contrato y no vamos a permitir que se vaya, es uno de los pilares de este Sevilla grande y exitoso. Monchi es sevillista y siempre pone de su parte, es el mejor director deportivo de la historia del fútbol y por mí le daría un cheque en blanco.

—Tras la clasificación para la Champions y la venta de Aleix Vidal, ¿va a seguir vendiendo el Sevilla?

—Tener éxito te coloca en el escaparate, pero el Sevilla ya no va a negociar por nadie este verano. Nuestra política siempre ha sido la de crecer vendiendo, pero ya no hay necesidad tras la venta de Aleix, que era fuera de mercado, y no se negociará por nadie. Si alguien paga la cláusula de algún jugador ahí tenemos al mejor director deportivo del mundo. Vamos a tener mejor equipo que el de esta temporada.

—Y con Unai Emery...

—Es el mejor fichaje que podíamos haber hecho. Desde fuera ha habido un nerviosismo propio del desconocimiento de lo que en verdad hay por dentro. Tuvo unos días de reflexión y después vino convencido de que el mejor proyecto era el del Sevilla y que quería entrenarlo en la Champions. Es, junto con Monchi, el pilar fundamental en la parcela deportiva del club.

—¿Habrá algún fichaje de campanillas?

—Habrá mejor equipo y buenos jugadores. Lo primero que hemos hecho es mantener al entrenador y ahora estamos decididos a mantener el bloque de jugadores importantes y fichar futbolistas de peso. Será un proyecto muy ambicioso. El Sevilla tiene que competir en todas las competiciones que juegue, sea la que sea.