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Sampaoli les desea Feliz Navidad

Espectacular colofón del Sevilla a un 2016 para el recuerdo, una vez más. De la mano del técnico argentino hay licencia para soñar aún más en 2017...

17 dic 2016 / 22:27 h - Actualizado: 18 dic 2016 / 00:20 h.
  • Los jugadores sevillistas se abrazan tras conseguir un gol. / Manuel Gómez
    Los jugadores sevillistas se abrazan tras conseguir un gol. / Manuel Gómez

Cuando en verano el Sevilla hizo el cambio de entrenador pocos imaginaban que en Nervión se iban a cantar los villancicos más fuerte que nunca. El adiós de Unai Emery dio paso a un argentino con la cabellera afeitada, que hablaba de atacar sin miramientos, que iba a entrenar al Granada y que venía con Lillo de la mano, cuya reputación en España siempre estuvo baja. El miedo al cambio, ineherente al ser humano y más lógico que nunca por el buen hacer de Unai y el brutal cambio de estilo ha dado paso, meses después, a un besamanos cuasi religioso. La mano que hay que besar es la de Jorge Sampaoli.

Bajo la fe del amateurismo, el de Casilda ha desatado al Sevilla, que se marcha a por el turrón (trámite copero mediante) en los octavos de la Champions, tercero en la Liga (o segundo, quién sabe...) y deleitando a veces (muchas) con gran fútbol. Y conservando a veces (bastantes) las virtudes de los últimos tres años.

¿Qué más se puede pedir? Poco, muy poco. Pero claro, hablamos de la Navidad y quién no escribe una carta a los Reyes Magos... Sampaoli la ha escrito, pero sólo a uno: Monchi. Delantero centro, centrocampista, central, laterales... Siempre hay que pedir mucho, sobre todo cuando te has portado muy bien. Y Sampaoli no tiene, por ahora, ni un solo tachón. Ni siquiera en las salas de prensa, donde es poco habitual ver a un entrenador sin tópicos ni egoismos.

Ayer apareció por el Sánchez-Pizjuán uno de los que iniciaron esta era gloriosa. De Juande Ramos a Sampaoli, pasando por Emery, van diez años de éxtasis, a base de títulos, hazañas y constante superación. A por más en 2017.