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Aficionados del Bayern de Múnich en las calles de Sevilla antes del partido. / Manuel Gómez -
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Montella charla con Nzonzi durante el entrenamiento de ayer. / Manuel Gómez
Por segunda vez en su historia, el Sevilla disputa los cuartos de final de la máxima competición continental a nivel de clubes. Han pasado sesenta largos años desde aquella temporada 1957/58 en la que se enfrentó al Real Madrid en esta misma ronda de la Copa de Europa. Tiempos lejanos que regresan a la mente de todos después de que el Sevilla de Vincenzo Montella tumbara en octavos de final contra pronóstico a todo un Manchester United. Lo hizo, además, por méritos propios, ganando incluso en el mítico Old Trafford para gritar a los cuatro vientos que hay que contar con este equipo, con un Sevilla imprevisible pero que en los duelos a doble partido –la Copa del Rey también puede dar fe de ello– se crece y de qué manera.
Estar entre los ochos mejores conjuntos del continente es todo un éxito que ahora busca continuidad frente a otro de los grandes nombres propios del fútbol europeo: el Bayern de Múnich. Cinco títulos de campeón continental (1974, 1975, 1976, 2001 y 2013) iluminan las vitrinas del club alemán, ahora con Jupp Heynckes en el banquillo después de haber tomado el testigo de Carlo Ancelotti el pasado mes de octubre. «No se trata de un nuevo comienzo, sino de un acto de amistad. Sólo lo hago por todo lo le debo al club», dijo entonces el veterano técnico, de 72 años, retirado después de conquistar la Bundesliga, la Copa y la Champions en aquel mágico 2013. Ahora, con un plantel de estrellas como Lewandowski, Robben, Ribery, James, Müller, Vidal, Boateng, Hummels, Thiago, Javi Martínez o Neuer –su portero, lesionado–, entre otras, quiere reverdecer laureles en una competición cuya eliminatoria de cuartos de final disputa por séptima vez consecutiva. En esta ocasión, su rival será el Sevilla, en un enfrentamiento inédito que le causa, cuando menos, respeto y que le recuerda un dato: ha sido eliminado por rivales españoles en las últimas cuatro temporadas. Con todo, el equipo de Heynckes viene de barrer al Beşiktaş en octavos (5-0 en Múnich y 1-3 en Estambul) y, más recientemente, de golear (6-0) al Borussia Dortmund el pasado fin de semana.
Dicho todo lo anterior, el Sevilla sabe que se encuentra ante un desafío que puede convertirle en leyenda, en uno de esos equipos de la entidad que hicieron historia. Alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones sería un éxito sin precedentes, aunque para ello tendrá que rendir a su nivel más alto, ése que le permitió superar eliminatorias como la de Copa frente al Atlético, la de Champions contra el Manchester United o tener contra las cuerdas al mismísimo Barcelona el pasado sábado.
El duelo contra los azulgranas exigió un enorme esfuerzo y habrá que ver si los de Montella son capaces de imprimir ese ritmo al juego. El técnico retocará poco su once inicial, donde no estará Banega, sancionado. Una baja sensible que será cubierta por Pizarro. Por su parte, Jesús Navas regresará al lateral para dar entrada a Sarabia. Junto al palaciego, Kjaer, a la espera de ver si, como sucede con Jesús Navas, Mercado se encuentra en condiciones físicas adecuadas para una cita como ésta. La otra novedad se llama Ben Yedder. El francés no jugó el pasado sábado pero tomará el testigo de Muriel salvo cambio de planes de última hora. Ben Yedder es el hombre gol del Sevilla en esta Champions y será titular en un Sánchez-Pizjuán cuyo aliento volverá a ser absolutamente clave.