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Los jugadores del Sevilla, entrenándose en la ciudad deportiva. / Manuel Gómez -
El tercer parón liguero de la temporada ya es historia. Este sábado, el Sevilla retoma la competición ante el Celta, en lo que será el inicio de un intenso calendario que puede dictar muchas cosas en las aspiraciones nervionenses. Sexto clasificado, el equipo de Eduardo Berizzo necesita subirse cuanto antes al tren de los candidatos a ocupar los puestos de Liga de Campeones. Cualquier concesión, y más aún en casa, se puede pagar cara en esta lucha a la que se ha agarrado con fuerza el Valencia y en la que el Atlético y el Villarreal caminan tras la estela de los favoritos al título: Barcelona y Real Madrid.
El de hoy será el sexto encuentro liguero del Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. Un Sevilla que comenzó empatando con el Espanyol (1-1) pero que desde entonces cuenta sus compromisos como local por triunfos: Eibar (3-0), Las Palmas (1-0), Málaga (2-0) y Leganés (2-1). Sin embargo, a nadie escapa la necesidad de elevar el nivel. La sucesión de derrotas a domicilio ha empañado una trayectoria que necesita pasos firmes. El 2-1 frente al Barcelona en la última cita liguera dejó muchas lecturas, aunque, por encima de todas, dejó una clara: hay que mejorar.
Mercado y Correa no han entrado en la lista de convocados. Sí está Krohn-Dehli, novedad en los planes de Berizzo. Planes que, innegablemente, tienen presente el decisivo duelo contra el Liverpool del próximo martes. Ese día, el Sevilla se juega amarrar su pase a los octavos de final de la Champions. Un triunfo se lo daría.
Jugadores como David Soria, Geis –por Kjaer, a quien Berizzo quiere dar descanso– y Muriel apuntan a titulares en un once donde también Banega podría dejar su plaza tras sus citas internacionales.
Enfrente, el Celta de Juan Carlos Unzué, un peligroso rival que llega ocupando el undécimo puesto de la tabla y con una decena de internacionales en sus filas: Maxi Gómez (Uruguay), Radoja (Serbia), Pione Sisto y Wass (Dinamarca), Guidetti (Suecia), Lobotka (Eslovaquia), Pablo Hernández (Chile) y el exnervionense Iago Aspas (España). No han viajado el noveno y décimo elemento: Roncaglia (Argentina) y Emre Mor (Turquía). Con todo, este Celta tiene mimbres suficientes para dar un disgusto a cualquiera.