No por esperada ha dejado de tener repercusión la última denuncia que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha interpuesto ante la Real Federación de Fútbol –y que trasladó igualmente a la Comisión Antiviolencia–. En ella, el máximo organismo de la competición liguera señala una vez más a parte de la afición del Sevilla, los Biris Norte, como autores de cánticos que incitan a la violencia, siendo esta denuncia la única que se ha puesto relativa a la jornada 2. Tal hecho ha vuelto a indignar a parte del sevillismo, que entiende que existe una clara persecución ya que no ha habido esta vez denuncias para el resto de aficiones. El Decano Deportivo ha querido conocer la opinión del presidente del Sevilla, José Castro, quien a finales de la temporada pasada se enfrentó a Javier Tebas, presidente de la LFP, por este motivo. Esta vez Castro prefiere meter el dedo en la llaga y señala a quienes insultan: «La realidad es que en el Sevilla no hemos conseguido erradicar estos cánticos y otros clubes sí. Nuestros aficionados deben entender de una vez que no hay que insultar para animar, que eso va en perjuicio del Sevilla no sólo económicamente, sino en cuanto a la imagen, a nuestro prestigio. Como sigamos así nos van a masacrar».
Para José Castro –su razonamiento completo lo podrán leer este fin de semana en una extensa entrevista concedida a este periódico– no hay tutía: no debe haber ningún cántico ofensivo en el Sánchez-Pizjuán ni en otros estadios donde haya aficionados sevillistas. Es más, para el presidente ni siquiera existe agravio comparativo alguno: «No, no y no, la realidad es innegable y sí, somos los que más insultamos, ahí están los datos y hay que reconocerlo. No se trata de masacrar a nuestra afición, porque estamos consiguiendo avances, pero todavía no hemos sido capaces de erradicar todos esos cánticos». Los datos a los que se refiere Castro son los múltiples expedientes abiertos en contra del club la temporada pasada, un curso en el que la entidad nervionense acumuló sanciones por valor de casi 200.000 euros y varios castigos de cierre del estadio que al final fueron reducidos a multas de carácter económico. Además, en la actual Liga, la afición del Sevilla ha sido denunciada por la LFP en las dos jornadas disputadas: Málaga-Sevilla (también se denunció a la hinchada malaguista) y Sevilla-Atlético.
La situación para los dirigentes del club nervionense no es cómoda, pues la LFP destaca en sus escritos la innmejorable conducta y predisposición del Sevilla en este asunto –también de la mayoría de la afición sevillista– a la vez que sabe que las sanciones que después interponga el Comité de Competición Profesional recaerán sobre el propio club.