Sin rumbo en el día de la leyenda

El Sevilla continúa sin ofrecer ese nivel que todo el mundo espera. Ni sabe defender, ni sabe atacar y eso lo vuelve preso de una ansiedad que maniata a todos. Hay tiempo para arreglarlo, pero falta tomar decisiones. Mientras tanto, Jesús Navas sigue haciendo historia

15 dic 2017 / 23:41 h - Actualizado: 15 dic 2017 / 23:47 h.
"Sevilla FC"
  • Sin rumbo en el día de la leyenda

El 15 de diciembre de 2017 pasará a la historia del Sevilla por ser la fecha en que un futbolista, criado en la casa para más señas, pulverizó el récord de partidos defendiendo su camiseta. Jesús Navas llegó el pasado verano para volver a lucirla y superar el mítico récord de Pablo Blanco. Sus 416 encuentros lo dicen todo de aquel niño que regateaba a los charcos, que triunfó en el primer equipo y con la Selección y que ahora, en silencio, sin hacer mucho ruido, vive desde la suplencia los episodios que protagoniza este Sevilla 2017/18.

Un Sevilla que, a las puertas de la Navidad, sigue sin rumbo. Ni sabe defender, ni sabe atacar y esto le crea una ansiedad tal que se convierte en una máquina de perder balones, de jugar a no se sabe qué y en la que muchos futbolistas están rindiendo muy por debajo del nivel que pueden dar.

El empate frente al Levante en casa terminó con una sonora pitada de la afición, cansada de ver cómo su equipo sigue caminando en el filo de la navaja, sin comodidad sobre el césped, atenazado y con un derroche de ganas que no sirve de nada por su falta de criterio en todas las facetas del juego.

A este Sevilla le falta, entre otras muchas cosas, dar un paso adelante y no dar opción a sus rivales, convertir los inicios de partido en la clave para decantarlos antes de quedar a merced de equipos como el Levante, que pelea por otros objetivos y no ganó en Nervión de puro milagro.

Ni siquiera la excelente noticia del regreso de Eduardo Berizzo al césped, dirigiendo a los suyos bajo la lluvia en plena recuperación de su intervención, sirvió para cambiar este panorama poco alentador.

Queda tiempo por delante, pero también hay que tomar decisiones. Equilibrar el plantel y sacar un mayor rendimiento colectivo e individual se antoja ya más que necesario. Tras el miércoles llegará un respiro navideño, pero luego... mucha tela que cortar. Si no se produce un cambio pronto, los objetivos pueden quedar lejos mucho antes de lo previsto.