Taconazo y a Nervión (1-2)

Si algo extraordinario no sucede el próximo martes en Nervión, el Sevilla seguirá adelante en la Champions League tras ganar este miércoles al Basaksehir en Estambul, donde nadie lo hacía desde hace un año. Lo hizo el equipo de Berizzo dando la sensación de ser mucho mejor que los turcos, pero con un 1-2 logrado a falta de diez minutos para el final gracias a un taconazo de lujo de Ben Yedder y al regreso soñado de Jesús Navas, que transformó su primer toque al balón en una asistencia de gol. Esa jugada mágica, en la que también le corresponde a Nolito un porcentaje de mérito, desatascó a un Sevilla discreto en la segunda mitad tras ser muy superior al Basaksehir en la primera parte, en la que Escudero puso el 0-1. Un 1-1 no es malo fuera de casa, por lo que el valioso 1-2 deja con un pie al Sevilla en la siguiente fase, la de grupos.

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El partido empezó muy condicionado por la intensa lluvia. Un diluvio tan fuerte que hasta la señal internacional de televisión se fue durante unos minutos. No lo hizo el Sevilla, salvado por Sergio Rico en una internada de Elia por la banda derecha, encomendada por Berizzo a Mercado y Montoya, lo habitual en este verano. El rechace del cancerbero casi lo aloja en la red Mossoro, pero el tiro era forzado y se le fue. Tuvo un par de acercamientos peligrosos el Basaksehir, sobre todo tras pérdidas de los nervionenses, pero en cuanto la lluvia se transformó en normal, Banega apareció y la presión del Sevilla se hizo más dura de soportar por el equipo turco. Se intuía peligro con cada acercamiento sevillista, aunque no concretaban los de Berizzo ninguna ocasión clara.

Fue al cuarto de hora cuando cambió el rumbo del partido. Una recuperación en el centro del campo la convirtieron Banega y Correa en un balón franco para Escudero, que corrió la banda izquierda libre de espacios y, a la primera, lanzó un tiro potente y raso desde la esquina del área grande que se envenenó conforme se acercaba a la portería de Babacan por culpa de la lluvia. Inteligente recurso del lateral sevillista, que podía haber optado por controlar y esperar pero leyó bien la situación generada, la potencia de su disparo y el estado del césped. El balón entró pegado al poste, imposible para la estirada de Babacan.

A partir de ahí, el Sevilla se tomó un respiro en la presión tan arriba, la que había vaticinado Berizzo. Tuvo un susto a cargo de Visca, quien casi imita a Escudero, pero el balón se fue abriendo demasiado y salió fuera. Fue un espejismo, puesto que en la media hora final de la primera parte el Basaksehir fue presa del dominio abrumador del Sevilla, liderado por un Banega sencillamente espectacular que casi marca en tres ocasiones, con dos disparos que se marcharon por poco y otro que hizo lucirse a Babacan, y que dio una asistencia de lujo a Correa, cuyo tiro blando y previsible paró el portero sin problemas. Banega se sacó la chistera y, junto a N’Zonzi, se adueñó del centro del campo, para alivio de un Mercado que por momentos se vio en apuros –y con amarilla– en la derecha. Su compañero de banda, también discutido, jugó algo mejor. De hecho, Montoya se fabricó una jugada por la derecha que casi acaba en el 0-2, pero el potente centro raso fue más rápido que Ben Yedder, al que no le dio lugar a armar la pierna a un metro de la línea de gol.

El partido estaba para que el Sevilla saliera en la segunda parte dispuesto a sentenciar el pase. Pero, de repente, el diluvio regresó, el equipo de Berizzo se aplatanó, Banega y N’Zonzi se esfumaron, y el Basaksehir empezó a rondar el área de Sergio Rico con relativo peligro. Avisó Emre con una falta directa que rozó el larguero. Insistió Visca, con un potentísimo disparo que paró Rico como pudo. Y Adebayor, tras una meritoria jugada colectiva, se encontró con la estirada del canterano sevillista cuando cantaba el empate. A la cuarta, y no a la tercera, fue la vencida. Fue el enrachado Elia quien puso el 1-1 tras una pérdida de Escudero en el centro del campo, un pase medido entre líneas de Mahmut y una carrera del holandés ante la que Pareja poco pudo hacer. El disparo, centrado y raso, pasó entre las piernas de un Rico quizás algo lento en la reacción con sus pies.

El partido había cambiado y lo que parecía un paseo del Sevilla se convirtió en una desagradable segunda parte que había que saber jugar, con el campo cada vez más encharcado. De nuevo fue parar la tromba de agua y reaccionar el Sevilla, con Pizarro y N’Zonzi intercambiados de posición y Nolito ya en el campo. Quedaba un cuarto de hora. El sanluqueño genera siempre un peligro tremendo y eso lo agradeció el Sevilla. Precisamente de Nolito partió la acción del segundo tanto. El ex del City aguantó la presión al borde del área, supo abrir para Mercado, que prolongó a Navas y éste, a la primera, dio el pase en paralelo y raso para que Ben Yedder, atento, resolviera con un recurso propio de fútbol sala –el francés jugaba en esa modalidad al más alto nivel–. Taconazo. Golazo. Gran resultado para el Sevilla, que vislumbra ya la fase de grupos de la Champions.

FICHA TÉCNICA

Basaksehir: Volkan Babacan; Caiçara, Attamah, Epureanu, Clichy; Mahmut, Emre Belozoglu (Inler, m.83), Mossoró (Napoleoni, m.82) Visca (Kerim Frei, m.63); Elia y Adebayor.

Sevilla: Sergio Rico; Mercado, Nico Pareja, Lenglet, Escudero; N’Zonzi, Pizarro; Montoya (Nolito, m.63), Éver Banega, Correa (Jesús Navas, m.82); y Ben Yedder (Krohn-Dehli. m.86).

Goles: 0-1, M.16: Escudero. 1-1, M.65: Elia. 1-2, M.84: Ben Yedder.

Árbitro: Clément Turpin (Francia). Amonestó a los visitantes Mercado (m.29) y Pizarro (m.55) y al local Emre Belozoglu (m.67).

Incidencias: Partido de ida de la eliminatoria previa a la fase de grupos de la Liga de Campeones. Disputado en el estadio Basaksehir Fatih Terim, con cerca de dieciocho mil localidades de capacidad y al que acudieron unos diez mil espectadores, de ellos un centenar de sevillistas. Terreno en buenas condiciones que se empeoró progresivamente por la fuerte lluvia que cayó.