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Un derbi con cafeína

Un Betis en forma y mejor que el Sevilla en la segunda vuelta clama venganza tras el 0-6 de la Copa del Rey y reta a un Sevilla que recupera a Gameiro, Krohn-Dehli y a Reyes.

24 abr 2016 / 07:46 h - Actualizado: 24 abr 2016 / 10:51 h.
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  • Escudero y Reyes luchan por un balón con el bético Digard. / Pepo Herrera
    Escudero y Reyes luchan por un balón con el bético Digard. / Pepo Herrera
  • Posibles alineaciones.
    Posibles alineaciones.

Ni la proximidad, para el Sevilla, de una semifinal europea. Ni el hecho de que el Betis esté prácticamente fuera de peligro de descenso. Ni siquiera las bajas en uno y otro equipo. Nada puede que con un Sevilla-Betis. Si durante días se habló de que quizás se tratase de un derbi descafeinado, la mala racha sevillista en la Liga –un punto de los últimos 15– y el reciente estirón de los verdiblancos –siete de nueve– añade picante al partido de esta tarde en el Sánchez-Pizjuán. Son ocho los puntos que separan a ambas escuadras tras el bajón de los de Unai Emery, quienes han tenido que prestar atención a la Europa League sin una plantilla tan competente como la del curso pasado, cuando ganaron el torneo y batieron su récord de puntos en la Liga. Es decir, tiene tanta cafeína el derbi realmente que de ganar los de Juan Merino en Nervión, el Betis se no sólo ahondaría en la depresión sevillista antes de retar al Shakhtar Donetsk, sino que se pondría a cinco puntos –con el goal average ganado– restando nueve por jugar.

Por si fuera poco, el desenlace de la mayoría de los derbis en los últimos años revitaliza el ánimo de venganza en el bando verdiblanco, que aún tiene heridas tan significativas como el 5-1 de 2012, el 4-0 al tran trán de 2013, la remontada en el primer Euroderbi de la historia en una tanda de penaltis dramática o el reciente 0-6 en la eliminatoria copera que enfrentó a ambos a principios de 2016.

Y es que el de hoy será el cuarto derbi de la temporada. El tercero, la vuelta copera (4-0), fue el cruel estreno de Merino en el banquillo verdiblanco. Tres meses después, nos encontramos a un Betis que lleva más puntos que el propio Sevilla en la segunda vuelta (21-20), reforzado por un ilusionante Musonda y sin presión clasificatoria. Todo de cara para dar la sorpresa en un Sánchez-Pizjuán que ha visto cómo en el último mes han ganado allí Real Sociedad y Athletic (ambos por 1-2) y ha conseguido empatar (1-1) un Dépor en horas bajísimas.

Tirando de tópicos, un derbi no es un partido normal. Es más, es propenso a que pasen cosas extraordinarias, como aquel arrebato de competitividad que ofreció el Betis de Mel antes de desmoronarse en la primera vuelta. La crisis eterna del Betis dificulta recordar que no hace mucho los verdiblancos ganaron en Nervión: 1-2 en 2013, –sin contar con el 0-2 del primer envite del Euroderbi, en 2014–. Merino trama un plan para incordiar en el Sánchez-Pizjuán: ha dejado fuera a Jorge Molina confiándolo todo al omnipresente Rubén Castro, al estado de forma de Ceballos y a la recuperación de Joaquín. Y por supuesto al mejor jugador del plantel, Adán; y a Musonda, que ha revolucionado al equipo dotándolo de velocidad y descaro. Sin Vargas ni Molinero, los laterales serán Montoya, recuperado, y Varela.

En el Sevilla las noticias son, al fin, buenas: Gameiro, Krohn-Dehli y un Reyes que se transforma en los derbis, están recuperados y listos para otra batalla. La baja de Rami la cubre en la lista un Fazio que es citado por vez primera en Nervión. En el once será Carriço el compañero de Kolo. Emery siempre esconde sus planes, aunque la situación del Sevilla hace pensar que Coke será el lateral derecho, que Krohn-Dehli y Reyes se repartirán las bandas ayudando en la creación a Banega y que Gameiro liderará el ataque. Lo dicho: un derbi con cafeína.