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Sandro, Roque Mesa, Carriço, Layún y Nolito, entrenándose. / Manuel Gómez -
La final de la Copa del Rey asoma ya por la esquina y el sevillismo, en plena Feria de Abril, cuenta ya las horas para disfrutar de ella. El esperado duelo contra el Barcelona de Messi en el Wanda Metropolitano centra toda la atención, aunque por medio hay un partido con tres valiosos puntos en juego.
Esta tarde, el equipo de Vincenzo Montella mide sus fuerzas en Riazor con el Deportivo en una cita clave para ambos contendientes. Si para el Sevilla todo lo que no sea ganar supondría un serio revés en la lucha por los puestos de competición europea, para el conjunto de Clarence Seedorf –a cinco puntos de la salvación– escapar del descenso pasa por lograr una nueva victoria, la tercera consecutiva.
Los resultados en Riazor han sonreído al Sevilla en los últimos tiempos. Allí ganó ocho de sus doce últimos partidos y sólo perdió una vez en los últimos diez años (2009/10). Sin embargo, el choque de esta tarde tiene sus propias características.
En el caso del conjunto nervionense, la inminencia de la final y el cansancio, físico y mental, acumulado por sus habituales titulares harán que Montella dé paso a las rotaciones. Y de verdad.
Por su parte, el Deportivo llega muy necesitado. Su objetivo exige ganar, ganar y volver a ganar... y que pierda el Levante, el equipo al que pretende dar caza. Lejos le queda el Espanyol, a diez puntos. Por ello, la expectación es máxima, sobre todo tras las dos victorias consecutivas de los coruñeses.
Montella ha desplazado a los 23 jugadores disponibles. También viajó Ben Yedder, expulsado por doble amarilla ante el Villarreal. No queda le otra al técnico que dar paso a las rotaciones si quiere que sus hombres lleguen en condiciones a la final. Justo lo mismo que piensa Ernesto Valverde. El técnico del Barcelona ha dejado en casa a Iniesta, Piqué, Busquets y Rakitic e incluso podría sentar en el banquillo a Messi hoy ante el Celta.
Así pues, el Sevilla alineará un equipo B, con futbolistas como Layún, Roque Mesa, Pizarro, Arana, Nolito e incluso el canterano Carlos Fernández, en su intento de sumar tres puntos de oro para lograr una plaza en la Europa League sin tener que jugársela en la final ni en las últimas jornadas.