-
Sarabia, autor de uno de los goles del Sevilla a la Real / Efe
Entre el Sevilla del Bernabéu y el de Anoeta hubo mucho más que Ben Yedder en la lista de diferencias, pero es obvio que el partido tremendo que despachó el franco-tunecino en la gélida noche donostiarra sirvió, primero, para firmar una victoria enorme en un campo que no claudicaba desde agosto en la primera jornada y con el Madrid enfrente, y también para subrayar con trazo grueso uno de los errores de Jorge Sampaoli en la ida de la Copa. Seguramente, el técnico argentino, en vereda de marcar registros de récord en Nervión, estará convencido de que en buena medida, el zarpazo en la Bella Easo también tiene que ver con esa rotación que desconfiguró al Sevilla de esta temporada, que sin duda es este que arrasó a la Real y no aquel timorato y sin personalidad que se marcó un borrón en Copa, circunstancias arbitrales al margen. Hay quien piensa que Sampaoli se decantó con aquella alineación: la Liga antes que la Copa. Nadie mejor que él conoce cómo está el depósito de combustible de su equipo, a la espera de que Monchi llene el tanque con nuevos suministros, pero el debate que se abrió inmediatamente después del repaso a la Real tiene que ver precisamente con esa encrucijada. ¿Qué hará Sampaoli el jueves? ¿Irá con todo o preferirá ir con todo el domingo, cuando el Sevilla FC juegue para ponerse a un punto del primero en la liga?
El resultado de la Copa está como está, pero de la herida del Bernabéu el Sevilla también ha debido aprender que no hay peor decisión que salir a medias para acabar sin nada, porque además, un gran Sevilla en busca de la gesta, aunque al final no lo consiga, seguro apuntalará su convicción de que el domingo puede dar otro zarpazo en la liga, otro golpe grande sobre la mesa.
Sampaoli ha conseguido que sus futbolistas crean ciegamente en su idea y en sus mensajes, pero con la alineación del Bernabéu cayó en clara contradicción con aquello de que no entiende su Sevilla, este Sevilla, sin competir por todo en todas las competiciones. Es una semana estratégica en ese sentido, y tratándose del Sánchez-Pizjuán, es difícil que el entrenador de Casilda tropiece una segunda vez en la misma piedra. En cualquier caso, volvamos al principio, porque entre el Bernabéu y Anoeta hubo mucho más que Ben Yedder. Hubo un equipo bien posicionado, con esa tripleta de centrales Ramí-Pareja-Mercado que es aval de seguridad, con Nasri en mago creando fútbol junto a N’Zonzi, con Franco Vázquez de asistente del gran Ben Yedder en dos de los tres goles. Son nueve goles en Liga y 16 en lo que va de temporada para un fichaje que ha ido de menos a más, y que ya es un fijo en esa alineación tipo del mejor Sevilla que ahora mismo tiene en mente el sevillista.
Comienzo muy ilusionante para una semana marcada por esos dos choques ante el Real Madrid, uno de esos equipos del último escalón al que quiere encaramarse el Sevilla, que pasó como un huracán por Anoeta demostrando que su status, ante uno de los equipos revelación de la temporada, está por encima. Jornada 17 y duerme segundo en la tabla de la Liga. Casi nada.