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Una alegría... y que le quiten lo bailao (0-0)

El Sevilla se clasifica para los octavos de final de la Liga de Campeones tras sacar adelante un partido muy difícil en Lyon

07 dic 2016 / 20:42 h - Actualizado: 09 dic 2016 / 00:11 h.
"Sevilla FC","Sampaoli"
  • Rafael del Olympique Lyonnais disputa el balón con Sergio Escudero del Sevilla FC en Lyon / GUILLAUME HORCAJUELO (Efe)
    Rafael del Olympique Lyonnais disputa el balón con Sergio Escudero del Sevilla FC en Lyon / GUILLAUME HORCAJUELO (Efe)

El Sevilla estará el próximo lunes en el sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones. Y lo hará como segundo de grupo tras jugarse el ser o no ser en el campo de un Olympique de Lyon que demostró lo que es: un buen equipo. Los hombres de Jorge Sampaoli sufrieron de lo lindo para salir airosos ante un rival que apretó muchísimo pero que acabó desfondado y no fue el mismo en la segunda parte. Por medio, tres tiros al palo –dos del cuadro francés y uno del nervionense–, dos penaltis no señalados –uno para cada equipo– y mucha, mucha emoción. Y algo fundamental: un Sevilla que supo jugar las cartas que eligió y lanzó a la mesa, que no fueron otras que temporizar el juego todo lo posible, no permitir correr al conjunto de Bruno Genesio e intentar aprovechar alguna de sus ocasiones.

Si alguien pensaba que alcanzar los octavos de final sería fácil, este miércoles comprobó que no era así. El Sevilla supera la fase de grupos con once puntos en su casillero merced a sus tres victorias, dos empates y una sola derrota, e invicto en sus tres partidos lejos de casa. Todo un premio a un nuevo proyecto que, de la mano de Sampaoli, crece día a día. ¿Hay que mejorar? No hay equipo que no lo necesite, pero cualquiera firmaría estar donde está este Sevilla a estas alturas de la temporada. Para alegría de su afición, desde luego.

La apuesta de Sampaoli fue salir inicialmente sin delanteros natos. Vietto y Ben Yedder –éste jugó en la segunda parte– se quedaron en el banquillo, con Sarabia, Nasri y Vitolo como hombres más adelantados; sobre todo, el internacional español. Su calidad y potencial físico fue una de las armas a las que se agarró el Sevilla, pese a que todas las miradas se dirigían al francés. Nasri, en su país, era consciente de la responsabilidad que tenía. Ya lo dijo Sampaoli: sería determinante para el equipo.

Sin embargo, quien pudo serlo realmente fue Vitolo. Suya fue la única ocasión del Sevilla en una primera parte de auténtico sufrimiento. Un buen pase de Escudero habilitó al canario, quien, en el área, cruzó la pelota y vio cómo ésta se estrellaba en el poste con Lopes –los efectos de los petardos no le impidieron jugar– batido (19’).

Para entonces, el Lyon ya había avisado. Valbuena, haciendo estragos siempre desde la izquierda y demostrando su nivel, pudo marcar a los tres minutos de partido tras enganchar un balón. Sergio Rico voló para enviarlo a córner. Fue el primer aviso del internacional francés.

Cuando todavía se escuchaban los ecos del disparo de Vitolo al poste, Valbuena cayó derribado dentro del área por Mariano. Eriksson no pitó nada. Como tampoco señaló, dos minutos más tarde, otro penalti, esta vez de Lopes a Vitolo cuando éste le recortó en una nueva incursión por el costado izquierdo del conjunto galo (23’).

El control del partido se decantó a favor del Lyon a pasos agigantados desde entonces. Presionando arriba, apretando los dientes en defensa y aprovechando que al Sevilla le duraba la pelota un suspiro en su poder, Tolisso tuvo el gol en una ocasión clarísima. El balón, sin embargo, se estrelló en el larguero tras rematar a placer un centro (24’). Poco después, Mariano sacaba un remate claro de Lacazette (33’) y, antes del descanso, en pleno calvario del Sevilla, Valbuena volvió a estrellar otro balón en el larguero, esta vez de rosca (37’).

Mal pintaban las cosas para el conjunto nervionense. Sin la pelota, sufría en cada acometida del Lyon. Para frenar la hemorragia, Sampaoli movió el banquillo. Quitó a un gris Sarabia y dio entrada a Ben Yedder. Poco antes, Valbuena, omnipresente, había evitado que Mariano rematase un centro de Escudero cuando Vitolo aún se dolía tras una durísima entrada de Mbiwa.

Tocaba seguir aguantando, aunque el Lyon comenzó a pagar su desgaste mientras N’Zonzi, espectacular un día más, aparecía por todos lados y Nasri administraba mejor la pelota. El riesgo era grande porque el Sevilla apenas generaba peligro. Su mejor aliado era el cronómetro... y éste, afortunadamente para él, avanzaba. Ben Yedder tuvo el gol en una contra, pero erró en el pase. Y así, sufriendo, llegó la alegría del pase a octavos.

FICHA TÉCNICA.

0 - Olympique de Lyon: Lopes; Morel, Yanga-Mbiwa, Diakhaby, Rafael; Tolisso (Grenier, min. 77), Gonalons, Darder (Cornet, min. 71); Valbuena, Lacazette, Ghezzal (Fekir, min 64).

0 - Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Mercado, Nico Pareja, Rami, Escudero; N’Zonzi, Iborra; Sarabia (Ben Yedder, min. 64), Nasri (Vietto, min. 86), Vitolo.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Mostró tarjetas amarillas a Sarabia (min. 31), Nasri (min. 35), Gonalons (min. 37), Yanga-Mbiwa (min. 53) y Mercado (min. 72).

Incidencias: Asistieron al estadio Parc Olympique Lyonnais 52.423 personas para presenciar el partido correspondiente a la sexta y última jornada del grupo H de la Liga de Campeones. Los dos equipos guardaron un minuto de silencio por la tragedia aréa que sufrió el equipo brasileño de fútbol del Chapecoense.