Una final, pero en la Liga

El Sevilla no gana en la Liga en casa desde el 2 de diciembre y busca ante el Girona empezar una difícil remontada

10 feb 2018 / 20:07 h - Actualizado: 11 feb 2018 / 09:05 h.
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  • Montella, pensativo en el entrenamiento del sábado del Sevilla en la ciudad deportiva. / M. Gómez
    Montella, pensativo en el entrenamiento del sábado del Sevilla en la ciudad deportiva. / M. Gómez

El Sevilla sigue de resaca tras el primer gran alegrón de la temporada, la clasificación para la final de la Copa del Rey. Precisamente es ese uno de las principales amenazas de cara a su importantísimo partido este domingo (12.00) en Nervión frente al impetuoso Girona. Un equipo recién ascendido a la máxima categoría del fútbol nacional y que, transcurridas 22 jornadas de la Liga, se encuentra a sólo dos puntos del multimillonario Sevilla que, de no ganar, saldría de los puestos europeos tras la victoria del Eibar sobre el Leganés (0-1). Una buena muestra de la mala temporada de los nervionenses en el campeonato liguero, donde se marcó como objetivo claro clasificarse entre los cuatro primeros. A falta de 16 partidos, los jugadores ahora entrenados por Vincenzo Montella están a siete puntos (casi ocho con el goal average tras el 4-0 de Mestalla) de un Valencia que tiene derbi en casa y que anda de capa caída. No lo está aprovechando un Sevilla que no sólo no lo recorta puntos a los de Marcelino sino que ha sido adelantado por la derecha por el Villarreal. Precisamente el conjunto amarillo perdió en La Cerámica frente al Alavés y ofrece en bandeja al Sevilla engancharse a la lucha por un cuarto puesto de la que prácticamente todos excluyen al Real Madrid, que además tiene un partido menos jugado.

Para lograrlo, el Sevilla deberá olvidarse de la Copa, aprovechar los minutos de frescura física tras un carrusel durísimo de encuentros desde la entrada de 2018 y sobreponerse a la importante ausencia de Ever Banega. No prevé rotaciones Montella, más allá de introducir a Pizarro o Roque Mesa por el centrocampista argentino. En principio será su compatriota Pizarro, quien ya actuara en los últimos minutos ante el Leganés cuando parecía que el técnico italiano no quería contar con sus servicios. Por lo demás, a aguantar con el mismo equipo que le está dando resultados.

Tras el despertar en la eliminatoria copera frente al Atlético de Madrid, a Montella le queda claro que tiene un once tipo que admite pocas modificaciones, salvo por obligación como en este caso. Menos lo entienden jugadores como Ben Yedder, el gran goleador del equipo condenado ahora al ostracismo por un sistema de juego que no casa con sus características. Tendrá oportunidades desde el inicio el francés, pero todo hace indicar que hoy no. Corchia, Nolito y Kjaer siguen lesionados.

No tiene otro objetivo Montella, tras la enésima debacle en Eibar, que buscar la continuidad en juego y prestaciones. Sólo así podrá lucha por el dificilísimo y clave objetivo de jugar la próxima Champions League. Sólo así podrá meterle mano a un Girona que ya fue derrotado por el Sevilla en Montilivi y que visitará el Sánchez-Pizjuán por vez primera en su historia. Tras el 0-0 conseguido por el Levante, el 3-5 obtenido por el Betis y el 1-1 arañado por el Getafe, el conjunto de Pablo Machín espera llevarse algo para Gerona.

A pesar de debutar en la Primera División esta campaña, el Girona ha sorprendido al universo del fútbol español por un juego sólido y dañino para el rival. Los de Machín han marcado en 15 de los últimos 16 encuentros ligueros. Y de ello tiene gran parte de culpa un Stuani en excepcional estado de forma, apoyado además por Portu. Los dos serán hoy titulares en Nervión pese a que el uruguayo (12 goles en la Liga) se ha ejercitado al margen del grupo en algunos entrenamientos de esta semana. No jugará otra de las piezas clave del Girona, Pablo Maffeo. El internacional sub-21 español cumple sanción por acumulación de tarjetas y será suplido por Aday en una defensa de cinco con la que Machín tratará de neutralizar el poderío ofensivo de un Sevilla que debe despertar ya en la Liga si no quiere líos. Una final, vamos.