El Sevilla ha finalizado su pretemporada pero no su puesta a punto. Con esa frase se puede resumir perfectamente en qué momento se encuentra el conjunto de Unai Emery a solo cinco días para que eche a rodar el balón de la Liga en La Rosaleda de Málaga. Tras poco más de un mes de entrenamientos, partidos amistosos y una final ante el mejor equipo del mundo, el Sevilla da muestras de que puede ser un equipo muy a tener en cuenta en la próxima temporada, tanto en la Liga, donde intentará meterse entre los cuatro primeros, como en la Champions League, competición a la que regresa después de varias temporadas. Las sensaciones que ha dejado el equipo nervionense han sido dispares. Por un lado, insinúa virtudes de equipo top, con fichajes llamados a asentar aún más al Sevilla en la élite mundial, un entrenador de éxito y que encaja a la perfección con la idiosincrasia de la entidad y la afición, y un estilo de juego y línea de trabajo bastante definidos. Sin embargo, quedan piezas que encajar y agujeros importantes que tapar. Resta, en definitva, mucho camino todavía para ver al mejor Sevilla posible a tenor de sus argumentos conocidos e intuidos. Una posible máquina a medio engrasar aún...
La portería
No por tanto repetir lo que sucede en la portería deja de ser cierto o queda solucionado. La impresión de la mayoría de la afición y de la crítica deportiva es que es un puesto bastante mejorable. Y desde hace tiempo. Unai Emery y, por ende, Monchi, no lo creen. El Sevilla no va a reforzar la portería un verano más por la sencilla razón de que Emery confía en Beto, un guardameta que le inspira confianza pese a sus peculiaridades. También confía en Sergio Rico, que irrumpió con cierta fuerza la temporada pasada por las lesiones del portugués y de Barbosa. Pero menos, mucho menos que en el portugués, al que ya eligió para el once titular en el primer partido oficial de la temporada, en Tiflis ante el Barcelona. Los dos porteros son internacionales pero no muestran un regularidad plena entre los palos. Las lesiones, un posible hándicap de Beto.
La defensa
El verano ha dejado en evidencia a esta línea del equipo, sobre todo en el centro de la zaga. Hay coartada: Rami tardó en arrancar, Pareja está lesionado desde hace –y por mucho– tiempo, Carriço ha visto cortada su progresión por una inoportuna lesión que le dejó sin jugar ante los dos equipos más poderosos –Barça y Roma– y Kolo, pese al buen final de temporada que ofreció el pasado curso, ha empezado despistado y aturdido por una salmonelosis que le privó de jugar en Tiflis y le condicionó en Roma. Es la línea más débil –o menos fuerte– del equipo. Salvo sorpresa, no habrá nuevos refuerzos. Sin embargo, pese a las dudas generadas durante el verano, es obvio que con estos mimbres el Sevilla puede ofrecer un rendimiento defensivo mucho más alto que el curso pasado. Hay material en el centro de la zaga, sobre todo si Pareja vuelve en óptimas condiciones. Rami y Carriço apuntan a titulares. Los laterales han cambiado de actores secundarios: Mariano por Diogo y Escudero por Fernando Navarro. En teoría, también suben el nivel, aunque al español no se le ha podido ver y aún le falta para estar en forma.
El centro del campoSe marchó Mbia y llegó N’Zonzi. Al francés no se le ha podido ver demasiado, pero se intuye que puede ser un jugador que aporte más cosas de las que aportaba el camerunés, aunque éste destacara por una faceta rematadora en el área que no tiene el ex del Stoke City. Además, Krohn-Dehli, de un perfil parecido al de Trochowski, rellenará el hueco que dejará el recuperado Cristóforo, al que se le buscará una cesión. Esos dos fichajes y la permanencia de Krychowiak dotan de poder al Sevilla en una medular donde Iborra completa un sinfín de posibilidad para Emery. En las alas Vitolo y Reyes tienen recambios de nivel en Konoplyanka y Kakuta. Si todos responden a las expectativas habrá un salto de calidad bastante notorio. El ucraniano, con una calidad evidente, puede romper en crack, pero aún no se ha ganado ni la titularidad. El director de la orquesta seguirá siendo Banega, con Denis de escudero de lujo. Si funcionan como el año pasado...
La delanteraEl delantero más acertado en el verano ha sido un Juan Muñoz que saldrá cedido. Es la única línea en la que el Sevilla ha experimentado un retroceso –por ahora–: se marcharon el hombre-gol, Carlos Bacca, y el tercer delantero, Iago Aspas; y ha llegado sólo Ciro Immobile. El italiano es una fuerte apuesta... y una incógnita, aunque si Emery saca al Immobile del Torino pocos echarán de menos a Bacca. Es el año para que Gameiro dé un paso adelante. Por ahora tiene la camiseta de titular... Eso sí: falta un fichaje. Monchi sigue esperando a que se abra la puerta de Llorente bajo las condiciones en las que informó este periódico. Lo necesita este Sevilla aún prometedor. ~