Una velada de sofá y palomitas

El Sevilla FC sometió a un Granada deprimido y famélico en la luz de una noche festiva. Los jóvenes ataviados para la sesión de tarde del cine y las parejas tostadas al sol decoraron la previa de un duelo sin azúcar, sal ni vinagre.

22 abr 2017 / 00:08 h - Actualizado: 22 abr 2017 / 00:12 h.
"Sampaoli"
  • Un joven aficionado del Sevilla FC procedente de Estados Unidos pidió la camiseta a Vicente Iborra. El horario en la franja de viernes contribuyó a una nutrida presencia de adolescentes. / Manuel Gómez
    Un joven aficionado del Sevilla FC procedente de Estados Unidos pidió la camiseta a Vicente Iborra. El horario en la franja de viernes contribuyó a una nutrida presencia de adolescentes. / Manuel Gómez

El fútbol y la música firman una coreografía perfecta en las noches de éxtasis colectivo y lamento sincero. Es la melodía ideal para las amanecidas de fiesta y las madrugadas de insomnio. Pilar Sánchez Luque, una coriana de corazón y cuna que alcanzó la fama con la leyenda de Pastora Soler en las carátulas de los discos de aquellos adolescentes de finales de los 90, lanzó en los albores del siglo XXI su recordado Corazón congelado, una ristra de letras atractivas y dinámicas que ayer fueron el decorado del partido que el Sevilla FC libró en Nervión.

Como decía la genial artista de Coria del Río, el corazón congelado del Granada, famélico, rendido, sin vida, sin alma y sin futuro al calor de los petrodólares de los nuevos jeques, fue una presa extremadamente fácil para un candidato de carne y hueso para la Champions League. Nervión lucía su gala habitual de los viernes con los adolescentes camino de la sesión de tarde del cine y de los restaurantes de comida rápida cuando Ganso y Jovetic dibujaron un 1-0 de grana y oro. De aplausos y descabello rápido.

En un partido sin colorante, azúcar, sal ni vinagre, Jorge Sampaoli, el hombre que nunca esquiva una pregunta y que galleguea con la gracia de aquellos alcaldes populistas que fueron trending topic cuando Twitter no era ni tan siquiera un invento, ganó su primer plebiscito. Aislados signos de reprobación y silencio. Ignorancia, que dirían los clásicos. Silencio. Como aquel que recorre la plaza de toros en los cuadriláteros de arena fingida de las portátiles de verano.

Ganso, un hombre capacitado para las friegas a fuego lento, Jovetic y Correa cocinaron un menú sin colorantes ni conservantes. Bajo en calorías y sin especias que adulteren el sabor real de la Liga, un torneo con una distancia ciclópea y hasta alarmante entre el Sevilla FC, el mejor de los mortales en demasiados tramos del certamen de la regularidad, y el Granada CF, un histórico roto, sin alma ni futuro. Al menos mientras los petrodólares planeen sobre Los Cármenes. ¿Chinos? Mejor si sólo son turistas. Fútbol en estado puro por Nervión.