Varsovia solo admite al Sevilla grande

El Sevilla FC defiende su corona continental ante el Dnipro ucraniano

26 may 2015 / 23:37 h - Actualizado: 27 may 2015 / 21:08 h.
"Europa League","Sevilla FC","Unai Emery","José María del Nido","José Antonio Reyes","Krychowiak"
  • Llegada del Sevilla FC al Estadio Nacional de Varsovia.
  • Aficionados sevillistas animan a su equipo en Varsovia antes de la final de la Liga Europa. / EFE
    Aficionados sevillistas animan a su equipo en Varsovia antes de la final de la Liga Europa. / EFE
  • Últimos retoques al césped de la final. EFE/Julio Muñoz
    Últimos retoques al césped de la final. EFE/Julio Muñoz
  • Los jugadores de Sevilla Banega, Coke, Navarro y Bacca, de izda a dcha, junto al entrenador Unai Emery (d) durante el entrenamiento de este martes. EFE/Julio Muñoz
    Los jugadores de Sevilla Banega, Coke, Navarro y Bacca, de izda a dcha, junto al entrenador Unai Emery (d) durante el entrenamiento de este martes. EFE/Julio Muñoz
  • Los jugadores del Sevilla se divierten en el entrenamiento previo a la final. Foto: L. Szymanski
    Los jugadores del Sevilla se divierten en el entrenamiento previo a la final. Foto: L. Szymanski
  • Los jugadores del Sevilla durante el entrenamiento de este martes. EFE/Julio Muñoz
    Los jugadores del Sevilla durante el entrenamiento de este martes. EFE/Julio Muñoz
  • El entrenador del Sevilla, Unai Emery (C), pasa el balón con sus jugadores. EFE/Julio Muñoz
    El entrenador del Sevilla, Unai Emery (C), pasa el balón con sus jugadores. EFE/Julio Muñoz

Hace diez temporadas, un clic sonó de repente en el Sevilla FC. Sí, en el Sevilla Fútbol Club. Sucedió en una pequeña isla del Atlántico. El Sevilla desempolvaba su pasaporte y salía de España tras años penosos entre el pozo de Segunda y la mediocridad en Primera. Le esperaba, en la UEFA, el Nacional de Madeira. José María del Nido Benavente, presidente por aquel entonces, proclamó tras la cena con los periodistas la nueva hoja de ruta del Sevilla: ignorar los piques ridículos con el vecino y despojarse de complejos inútiles tras más de cinco décadas sin levantar los brazos y ver cómo otros sí lo hacían. Había que crecer, volver a crecer para dibujar un Sevilla como el que los abuelos relataban que vieron a mitad del siglo XX y que parecía tan lejano y fantasioso, tan irreal.

En aquel momento, las palabras de Del Nido parecieron difuminarse en las aguas del Atlántico, pero todas quedaron alojadas en la mente de cada uno de los trabajadores del club, en cada uno de los hinchas de Nervión, en cada uno de los rincones del Ramón Sánchez-Pizjuán. Hace también diez temporadas, el Sevilla perdía el puesto en Liga de Campeones en favor de su máximo rival en la última jornada, quedando relegado a la UEFA. Un año y pico después de aquella cena en Madeira, un año después de quedarse sin la Champions, muchos de los abuelos que relataban historias en blanco y negro del Sevilla de los años 40 y 50 lloraban de alegría por las calles de Eindhoven, otros lo hacían por los rincones de Sevilla y toda Europa quedaba conmocionada por ver a tres generaciones de sevillistas abrazadas entre lágrimas para levantar una copa ganada por el Sevilla. Sí, el Sevilla Fútbol Club.

Aquellos papelillos rojos y blancos lanzados al cielo del holandés Philips Stadion de Eindhoven y guardados como tesoros en muchas casas sevillanas serán los que un día muestren con orgullo los futuros abuelos a sus futuros nietos para contar cómo el Sevilla FC volvió a ser uno de los grandes. Y ellos estuvieron allí.

El Sevilla había hecho clic. En silencio en Madeira y después con estruendo en Eindhoven. De ahí pasó a Mónaco, a Madrid, a Glasgow, al Camp Nou, otra vez al Bernabéu, de nuevo a Mónaco, a Turín, a Cardiff... Estabilizado en la grandeza, el Sevilla (sí, el Sevilla Fútbol Club) se ha convertido en insaciable.

Regresemos a 2015. El Sevilla está en Polonia. Ha llegado a Varsovia dispuesto a clavar otra bandera, decidido a ser el club con más trofeos de Europa League/Copa de la UEFA de la historia. Convencido de que, a pesar de que el fútbol ha saldado con creces su deuda en esta década, hay más gloria por conquistar. Y la quiere. Es la final. De nuevo la final.

Unai Emery, el líder de este Sevilla, apostará por su mejor once para derrotar a un Dnipro con piel de cordero. Rearmado el centro de la defensa tras la lesión de Pareja y agarrado Sergio Rico, flamante internacional, a la portería, sólo queda la duda de la banda derecha. ¿Aleix Vidal de lateral? ¿Reyes titular? ¿O Coke y Aleix para vigilar a Konoplianka? El internacional ucraniano es la principal amenaza de un Dnipro disciplinado en lo táctico y que buscará la excelente eficiencia colectiva con la que tumbó al Nápoles. Un rival con peores jugadores que los italianos pero con el armazón más duro.

Es por ello que Unai Emery medita usar mucho arsenal ofensivo de inicio: Reyes y Banega para escoltar a Vitolo y a Carlos Bacca. Y la banda diestra entera para el también flamante internacional Aleix Vidal. Necesitará su mejor versión el Sevilla FC, no lo duden aunque desconozcan al Dnipro. Ya no está Del Nido (padre). Ni Juande Ramos, ni Frederic Kanouté, ni Daniel Alves, ni Jesús Navas, ni Andrés Palop, ni Ivan Rakitic. Tampoco muchos de aquellos abuelos que lloraron en 2006 y que se marcharon aliviados al tercer anillo. Pero sí está el Sevilla. Monchi y Emery, supervisados por José Castro, riegan la semilla plantada aquella noche en Madeira y han vuelto a construir un Sevilla fortísimo que hoy saltará al Estadio Nacional de Varsovia como si delante tuviera al mejor equipo de la historia. La humildad necesaria para triunfar. Dientes apretados, puños cerrados y ambición sin límites. A defender la copa. Da igual quién esté delante. Es uno de los secretos del Sevilla. Sí, del Sevilla Fútbol Club. A por la cuarta. A por ellos.

Alineaciones probables:

FC Dnipro: Boiko; Fedetski, Douglas, Cheberiachko, Matos; Kankava, Fedorchuk, Rotán, Luchkévich, Konoplyanka; y Kalinic.

Sevilla FC: Sergio Rico; Aleix Vidal, Carriço, Kolodziejczak, Tremoulinas; Krychowiak, Mbia; Reyes, Banega, Vitolo; y Bacca.

Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra).

Estadio: Nacional de Varsovia.

Hora: 20.45 (Cuatro y GolT).