Vayan buscando entradas

El Sevilla firma su mejor partido del curso y, salvo debacle, disputará la final de Copa tras golear al Celta (4-0) en una noche mágica

04 feb 2016 / 22:22 h - Actualizado: 04 feb 2016 / 23:45 h.
"Sevilla FC","Gameiro"
  • Kevin Gameiro celebra uno de sus goles. / Manuel Gómez
    Kevin Gameiro celebra uno de sus goles. / Manuel Gómez

Vayan buscando entradas. Dicho sea con todo el respeto del mundo hacia el Celta, equipo encomiable en el esfuerzo y luchador a más no poder, pero barrido en esta ocasión por el Sevilla de Unai Emery. Un Sevilla sencillamente espectacular que puso pie y medio en la final de la Copa del Rey tras vivir otra noche mágica. Otra noche en la que su afición vibró y llevó en volandas a un equipo que se dejó la piel sobre el césped y estalló de alegría con el pitido final. El 4-0 de este partido de ida de semifinales, con Kevin Gameiro firmando dos goles y sus compañeros a un altísimo nivel también, no deja lugar a la duda: este Sevilla se ha desatado definitivamente. Queda el partido de vuelta, pero, salvo debacle, no tiene ya historia.

Que esta semifinal iba a ser realmente atractiva era algo anunciado. Cara a cara dos buenos equipos, amantes del fútbol rápido y de la intensidad defensiva pero siempre jugando con calidad, cuidando la pelota. Tienen jugadores capacitados para enganchar a los aficionados y así quedó de manifiesto desde el pitido inicial de este partido de ida.

El Sevilla, sin el lesionado Krychowiak pero con Banega de regreso, salió a por todas. Su determinación en una primera parte sin tregua, de auténtico toma y daca, le permitió marcharse al descanso con ventaja en el marcador. Salió a morder, a demostrar que quiere estar en la final.

Rami, imponente en un cabezazo ajustado al poste tras un saque de esquina ejecutado por el argentino, puso el 1-0 justo antes del descanso. Premio al buen hacer de los hombres de Emery, que merecieron mayor renta incluso.

Kolo –Carriço fue suplente– se erigió en uno de los jugadores más peligrosos del Sevilla, hasta el punto de rozar el gol en dos ocasiones. Primero, con un cabezazó que se marchó fuera de milagro a los dos minutos de partido; y luego, con otro testarazo al que Rubén respondió con una providencial parada cuando parecía ya batido. Ocurrió segundos antes de que N’Zonzi viese cómo la pelota se paseaba junto a la línea en el enésimo cabezazo con peligro del Sevilla (25’).

Lo tuvo incluso aún más claro Kevin Gameiro. Sergi Gómez cometió penalti al agarrar a un incansable Vitolo. El delantero francés la puso junto al palo pero el guardameta volvió a salvar al Celta con un paradón (28’).

El equipo de Berizzo, valiente y dispuesto a aprovechar sus oportunidades, pudo complicar seriamente la vida al Sevilla cuando éste aún se lamentaba. Sergi Gómez estrelló la pelota en el travesaño en un error defensivo. Y no quedaron ahí los sustos para los nervionenses. Orellana, pura calidad, perdonó el 0-1 en una acción rápida donde cruzó el exceso el balón con todo a favor.

Todo ello apenas diez minutos antes del descanso, de que Rami marcase el primer tanto de un Sevilla que se desbocó aún más si cabe tras el paso por vestuarios. Y ello a pesar de que Cabral perdonó el empate tras un centro del voluntarioso Aspas, de que Rami primero y Hernández, después, reclamasen sendos penaltis en la reanudación del toma y daca que fue este partido de ida de semifinales.

Mientras el balón iba de área a área, mientras los dos contendientes se dejaban la piel luchando sin respiro, Kevin Gameiro mascaba su error desde los once metros. El cazador de Nervión quería desquitarse de su error. Apretó los dientes... y puso el Sánchez-Pizjuán boca abajo. Primero, con un golazo tras marcharse en velocidad y hacer bueno un gran pase de Krohn-Dehli, quien leyó a la perfección la jugada y dejó solo al francés.

Era el minuto 60. Dos más tarde, Gameiro reventó la eliminatoria. Lo hizo, además, de la misma forma. Esta vez, batiendo al portero por bajo tras un excepcional pase de Banega. Espectacular un día más el argentino, clave en los designios de este Sevilla que acaricia con sus dedos el pase a la finalísima después de vivir una nueva noche magia. Fue el Sevilla campeón, ese que encandila a su parroquia con su fútbol eléctrico y que no perdonó a un Celta al que hay que aplaudir y que mientras intentaba recortar distancias en vano, vio cómo Krohn-Dehli ponía la guinda a tres minutos para el final culminando una contra. Así es el Sevilla de Emery.

FICHA TÉCNICA.

4 - Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; N’Zonzi, Cristóforo (Carriço); Vitolo, Éver Banega (Konoplyanka, m.74), Krohn-Dehli; Gameiro (Llorente, m.80).

0 - RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Cabral, Jonny Castro; Radoja, Wass (Marcelo Díaz, m.84); Iago Aspas, Pablo Hernández, Orellana; Guidetti (Beauvue, m.78).

Goles: 1-0, m.45: Rami. 2-0, m.60: Gameiro. 3-0, m.62: Gameiro. 4-0, m.87: Krohn-Dehli.

Árbitro: Carlos Clos Gómez (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Rami (m.52), Krohn-Dehli (m.57), Llorente (m.82) y Coke (m.83); y a los visitantes Iago Aspas (m.21), Sergi Gómez (m.27), Wass (m.38) y Radoja (m.81).

Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante cerca de 36.659 espectadores.