Muy probablemente esta temporada asistiremos a la confirmación de Vitolo como jugador de élite en todos los sentidos. A estas alturas, el canario no es que ofrezca dudas, pero su crecimiento como futbolista top no ha acabado ni mucho menos, pese a la gran temporada realizada en el curso pasado, cuando se hizo internacional por España. La aportación del ex de Las Palmas al Sevilla siempre se nota, pero la muestra más palpable se está comprobando en este inicio de competición, en el que hasta el martes, el equipo de Unai Emery no carburó.
Vitolo es el prototipo de jugador que Unai quiere en su equipo. El canario lo juega absolutamente todo –nunca es sustituido–, siempre es eficiente en labores defensivas e incluso en los días de menos acierto acaba aportando al ataque debido a su portentoso físico –ante el Borussia volvió a ser el que más corrió: 11,5 kilómetros–. En los flojos partidos que ha firmado el Sevilla en el arranque liguero Vitolo se adueñó de los galones e intentó tirar del carro, como ya hiciera en la Supercopa ante el Barça. El martes el canario jugó de todocampista, partiendo desde la derecha –una opción en la que Unai cada vez lo pone más, como preparando el terreno para cuando Konoplyanka explote– pero moviéndose por todas las zonas del ataque. Vitolo es de los que mejor ha captado el mensaje de Unai, no aplicado por todos, sobre todo parte de los nuevos. El entrenador, aun satisfecho por el evidente paso adelante del equipo el pasado martes, sigue dejando caer que hay futbolistas que aún no dijeron aquí estoy yo.
La mejoría exhibida en la Champions tiene que mantenerla el Sevilla en la Liga. No le queda otra para no perder el tren de los mejores. El Sevilla, frente al Borussia, recuperó sus señas de identidad, esas que reúne el propio Vitolo –puesto como ejemplo por el propio Emery más de una vez–: intensidad, sacrificio, persistencia y concentración.
Precisamente en las bandas encontramos al que ya está, Vitolo, y al que sigue esperando Unai, Konoplyanka. Destinados ambos a ser las bandas del Sevilla –con permiso de Reyes–, el ucraniano sólo se ha enterado levemente de la película del Sevilla de Emery. No obstante, en un Sevilla como el que goleó al Borussia siempre es más fácil crecer y adaptarse que en el renqueante equipo que jugó en Málaga y Valencia. Esa es la esperanza de Emery, satisfecho con la actitud el pasado martes, aunque sabedor de que queda para encontrar al verdadero Sevilla. «La adaptación requiere un proceso al que unos llegan más tarde y otros antes. Pero todos tienen que competir con los que están de la temporada pasada, que tienen muy asumido cómo somos competitivos. Los necesitamos ya», dijo. Vitolo, su extensión en el campo junto a Krychowiak, señaló hace semanas la hoja de ruta («El que quiera jugar tendrá que correr») y la confirma saboreando la respuesta de todos ante el Borussia: «Corriendo como el año pasado, vamos a disfrutar».