-
Los alemanes celebran el 2-1. / Darmstadt
El Real Betis ha encajado hoy una nueva derrota ante el SV Darmstadt 98 alemán, recién ascendido a la Bundesliga, en un partido muy discreto de los hombres de Pepe Mel. El conjunto heliopolitano volvió a cometer errores defensivos y a carecer de la verticalidad necesaria para hacer daño arriba. Con Petros y Xavi Torres como mediocentros, el Betis no dio sensación de peligro en demasiados tramos del partido.
La derrota llegó en un partido que se puso muy pronto de cara, ya que Cejudo hizo el 0-1 en el minuto 13 después de batir a Mathenia tras una sensacional jugada personal. Pero el rival se fue creciendo con el paso de los minutos y empató gracias a un cabezazo de Jungwirth en el minuto 23. El Betis no reaccionó y siguió siendo muy previsible de mediocampo hacia arriba.
Así, y con las únicas acciones de peligro a balón parado de Álex Martínez, el conjunto local hizo el 2-1 al filo del descanso merced a un tanto de Stroh-Engel. Lo mejor del primer acto fue la sensación de seguridad que transmitió Tarek. En la segunda parte, y fruto de los numerosos cambios que hicieron los locales, el partido perdió mucha intensidad y los de Mel sólo tuvieron opciones con los chispazos de Portillo o las jugadas en las que trataba de crear peligro Rennella. Nueva derrota antes del bolo de mañana sábado ante el Borussia Dortmund.
Ficha técnica:
SV Darmstadt 98: Mathenia, Jungwirth, Sulu (Gorka 62’), Caldirola, Holland (Júnior Díaz 62’), Heller (Kempe 46’), Vrancic (Stark 71’), Gondorf, Rausch (Stegmayer 77’), Sailer (Kommt 71’) y Stroh-Engel (Rosenthal 46’).
Real Betis: Dani Giménez, Molinero, Bruno, Tarek, Álex Martínez, Cejudo (José Carlos 68’), Petros, Xavi Torres, Portillo, Fabián y Rennella.
Goles: 0-1 Cejudo (13’). 1-1 Jungwirth (23’). 2-1 Stroh-Engel (43’). 3-1 Rosenthal (89’).
Árbitro: Robert Kempter (Alemania). Amarilla al local Stroh-Engel; y a los visitantes Portillo, Cejudo y Petros.
Incidencias: 9.100 espectadores en el Merck-Stadion am Böllenfalltor. Presencia de aficionados béticos en las gradas.