54 horas para convertir una idea en empresa

La comunidad de Startup Weekend en Sevilla es la más activa a nivel nacional. Por sus diez ediciones han pasado más de 1.400 participantes y decenas de ‘startups’, algunas de ellas hoy son referentes

25 abr 2017 / 06:47 h - Actualizado: 24 abr 2017 / 21:49 h.
"Empresas","Emprendedores","Startup","Innovar o morir"
  • Foto familiar de uno de los Global Startup Weekend, donde participan ideas de todos los sectores. / El Correo
    Foto familiar de uno de los Global Startup Weekend, donde participan ideas de todos los sectores. / El Correo
  • Uno de los equipos preparan su proyecto. / Nono
    Uno de los equipos preparan su proyecto. / Nono
  • Integrantes del equipo de Bagfly, ganadores del último Startup Weekend sobre turismo. / El Correo
    Integrantes del equipo de Bagfly, ganadores del último Startup Weekend sobre turismo. / El Correo
  • Uno de los equipos de la última edición preparando su presentación. / Nono
    Uno de los equipos de la última edición preparando su presentación. / Nono

Sevilla es emprendedora. Así lo avalan los más de 1.400 participantes que han pasado por la decena de Startup Weekend que se han celebrado en la capital hispalense en los últimos cuatro años. De hecho, Sevilla es considerada por los expertos en la materia como uno de los ecosistemas emprendedores más interesantes a nivel internacional. Nada que envidiarle a grandes ciudades como Barcelona o Madrid, pese a que éstas sean potentes núcleos de inversión.

La comunidad sevillana se ha colado en el top 5 por su incesante actividad. Mientras que Londres, con más de 7 millones de habitantes, celebra entre siete y ocho eventos, la capital hispalense, con cerca de 700.000 ciudadanos, organiza cuatro anuales. Y la cifra que va en aumento, pues este año ya son cinco los que va a acoger la ciudad.

Cuando Alberto Pérez Sola y Jaime Aranda, cofundadores de WorkINcompany y promotores de estos eventos, importaron Startup Weekend en 2013 jamás imaginaron el recorrido. Todo empezó como un reto propio. Según explica Pérez Sola, desde su espacio de coworking querían introducir conceptos que llevaban más de 20 años funcionando en el mundo. Y es que, aunque suene a nuevo, se podría decir que Apple fue la primera startup que nació en el mundo. Luego vendrían otras igual de conocidas, como Facebook, por ejemplo.

El movimiento Startup Weekend nacería mucho después. Concretamente, en el estado norteamericano de Colorado, allá por el año 2007, de la mano de Andre Hyde, en lo que fue un pequeño evento de 70 personas. Pronto despertaría el interés de Seattle. En la actualidad este evento se celebra en más de 700 ciudades del mundo. A España llegó en el año 2010 con la primera edición que se celebró en Madrid y tan sólo tres años después aterrizaría en la capital hispalense.

Pero, ¿qué hay que tener para ser una startup? Una idea y querer convertirla en empresa. Una startup es «una empresa de joven creación que se caracteriza por necesitar de apoyo externo para su desarrollo», explica Pérez Sola. Además, sueles tener como común denominador que son de base tecnológica, matiza. Y se preguntarán: ¿dejan alguna vez de ser startups? Sí, «cuando son autosuficientes y no depende de rondas de financiación para sacar la idea adelante», matiza uno de los responsables de estos eventos en Sevilla.

En mayo de 2013 se celebraba el primer Startup Weekend, al que acudieron en torno a 40 personas. El evento pretendía encontrar en 54 horas una idea que destacara y aportase una solución ya fuera a modo de producto o servicio. La ganadora de aquella primera edición fue Te confirmo, que ayudaba a confirmar telefónicamente invitaciones a eventos. Pero, como buena startup, pues la mortalidad de éstas es muy elevada, su actividad fue corta. Sin embargo, sus creadores trabajan hoy en una de estas empresas de recién creación con más futuro de la ciudad: OpenWebinars.

Como todos los inicios son duros, al evento le costó arrancar. Aunque se celebró uno más ese mismo año y otro en 2014, no fue hasta 2015 cuando el movimiento cogió fuerza. Lo hizo gracias a la especialización, algo que caracteriza al ecosistema emprendedor sevillana de Startup Weekend, ya que por lo general en otras ciudades no son eventos tematizados.

El primero de esta nueva etapa estaba ligado a uno de los sectores más potentes de la ciudad: el turismo y la gastronomía. En este evento nació Ask Vicente, la aplicación que aconseja sobre bares y restaurantes. En la actualidad se han celebrado ya tres eventos de esta temática. Además, han organizado una edición para buscar ideas en torno a la industria aeroespacial y otra, la que más éxito tuvo, sobre videojuegos.

Antes de que acabe el año, Sevilla Startup Weekend celebrará otros tres eventos. Además de los sectores de aeronáutica y gamificación (juegos), los organizadores suman un nuevo sector: el de la educación (evento que se celebrará en julio).

Sólo 54 horas. Ese es el tiempo que tienen los participantes de cada Startup Weekend para construir una idea y ser el ganador de cada evento. El premio: la experiencia.

Cerca de dos días y medio de intensa actividad. Al menos, así lo ha vivido Cristina Simón, una joven sevillana que ha participado en dos ediciones de Startup Weekend. Conoció el evento a través de WorkINcompany, empresa donde trabajaba y le entró el gusanillo por aquello del emprendimiento. En mayo de 2015 decidió apuntarse a la edición sobre turismo y gastronomía. «Iba sin ninguna idea».

Tras la presentación del evento y un juego para romper el hielo entre los desconocidos, algunos participantes empezaron a explicar sus ideas, fue entonces cuando se quedó con las ganas de lanzar un proyecto. Llegó la hora de las votaciones. «Cada asistente tiene tres votos que puede dar a uno o varios proyectos, las ideas que más apoyo tengan son las que se desarrollarán», explica.

Como no tenía idea, decidió unirse a un equipo que desarrollaba cartas adaptadas a intolerancias alimenticias. «Saber elegir en este momento es clave, hay que ser inteligente y conformar un equipo en el que haya tanto diseñadores, como desarrolladores o expertos en el sector», opina.

Durante el segundo día no dejaron de darle vueltas al proyecto. Es el momento de darle forma y acercar la idea a la empresa. También de validar el producto o servicio; es decir, de saber si tendrá acogida en el mercado o no. En esta jornada, la ayuda de los expertos es fundamental, «sus consejos son oro puro, y no sólo para el proyecto, también para tu día a día», asegura Simón.

Tercer día. El de la verdad. «A lo largo de la jornada se ensaya el pitch (presentación) que se expondrá ante el jurado». Es el momento de poner toda la carne en el asador, de ahí dependerá que la idea cuaje o no. En el caso de este equipo no salió adelante. Pero la experiencia fue tan enriquecedora para Simón, que repitió.

Como fan de los videojuegos no se lo pensó dos veces cuando salió el Startup Weekend de Gamificación. Aquí sí fue con idea: quería desarrollar una aplicación que le ayudase a seguir adelante cuando alguna fase del videojuego se atasca. Fue una de las más votadas, pero evolucionó a un servicio de entrenamiento para jugadores de eSports. La idea cuajó y quedó en segundo lugar, y aunque ahora mismo el proyecto está aparcado, Simón no duda en que algún día lo retomará y montará su propia startup.