Abengoa logra el apoyo necesario para salvarse

El plan de viabilidad presentado por la ingeniería sevillana ha logrado alcanzar el 75% mínimo de adhesión que le exigía el juez para esquivar la mayor quiebra de una empresa hasta el momento en España

25 oct 2016 / 17:45 h - Actualizado: 26 oct 2016 / 07:00 h.
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  • nstalaciones de Abengoa en Palmas Altas.
    nstalaciones de Abengoa en Palmas Altas.

El plan de reestructuración financiera diseñado por Abengoa y los principales acreedores ha sumado la adhesión de bonistas y de entidades bancarias tenedoras de más del 75 por ciento de la deuda, de modo que la empresa podrá evitar el que habría sido el mayor concurso de acreedores hasta la fecha en España.

Fuentes conocedoras del proceso indicaron que, con datos todavía provisionales, se ha superado ya el porcentaje de adscripciones necesario para sacar adelante el plan de reestructuración financiera y de viabilidad empresarial.

A las seis de la mañana de hoy martes se cerró el plazo para que los bonistas suscribiesen al plan, mientras que el resto de los acreedores tiene tiempo de para hacerlo hasta el cierre esta tarde de la notaría.

Las fuentes explican que la adhesión ya contaba con un apoyo suficiente de los acreedores bancarios, de modo que el interés de los bonistas se presentaba como el factor clave para determinar el éxito del proceso.

El proceso de adhesión al plan de reestructuración de Abengoa alcanzado en agosto concluye hoy y supone el principal hito para evitar el concurso de acreedores de la compañía.

A la espera de que la empresa comunique oficialmente los resultados de las adhesiones, las acciones de Abengoa tipo B han cerrado su sesión en el mercado continuo con una subida del 1,36 por ciento, hasta los 0,224 euros, mientras que las tipo A registraron retrocedieron un 3,26 por ciento, hasta los 0,50 euros.

Al contar con el apoyo suficiente de los acreedores, el plan de reestructuración permitirá a la empresa disponer de una ruta para su futura viabilidad y cerrará el proceso iniciado hace casi un año, en noviembre de 2015, cuando solicitó el preconcurso de acreedores acuciada por una deuda de casi 9.000 millones de euros.

En abril, la empresa ya logró una prórroga en las negociaciones de siete meses por parte del Juzgado de lo mercantil número dos de Sevilla, lo que le permitió ganar tiempo en sus esfuerzos por evitar el concurso.

Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores que no participen en el plan de viabilidad una quita del 97 por ciento en el valor nominal, manteniéndose el tres por ciento con su vencimiento a diez años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70 por ciento del nominal del total de la deuda existente a cambio del 40 por ciento del accionariado de la nueva Abengoa, de manera que el 30 por ciento restante de la deuda se convertirá en un bono o préstamo que tendrá la consideración de senior o junior en función de si la entidad participa o no en los tramos de dinero nuevo.

Los actuales accionistas verán diluida su participación hasta el cinco por ciento, mientras que los inversores que inyecten dinero nuevo se quedarán con el 55 por ciento del capital.

Por su parte, la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio se ha congratulado de que Abengoa «haya superado esta fase de incertidumbre», y valoró que se inicia «una nueva etapa de expansión y desarrollo que irá en beneficio del empleo y la economía andaluza», indicaron a Europa Press fuentes de la Consejería.

El secretario general de la Federación de Industria CCOO-A, José Manuel Moreno Cerrejón, ha saludado el apoyo necesario al plan de viabilidad, si bien señaló su oposición ante la posibilidad de que la compañía continúe con «la senda de los recortes».

Moreno Cerrejón apuntó que esto significa «la salida de un túnel» y que la banca «finalmente ejecutará el plan de reestructuración financiera». De esta manera, retornará a su actividad normal.

«La empresa abordará sus proyectos pendientes, recibirá inyección de capital, y podrá hacer frente a los avales para los proyectos», destacó el líder sindical.

Frente a esto CCOO-A mostró el temor de que para ejecutar el plan de reestructuración «la empresa siga en la senda de los recortes», a lo que se oponen. «Ya ha habido recortes en el empleo y no puede seguir habiendo recortes de personal sin tener en cuenta la actividad normal».