Absentismo presencial, el nuevo dolor de cabeza de las empresas

Navegar por internet o salir a hacer recados son problemas que el empresario no sabe enfrentar

30 nov 2016 / 08:49 h - Actualizado: 30 nov 2016 / 08:00 h.
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  • El uso de internet con otros fines no necesarios para el desempeño laboral en horario de trabajo es una de las realidades del absentismo presencial. / Efe
    El uso de internet con otros fines no necesarios para el desempeño laboral en horario de trabajo es una de las realidades del absentismo presencial. / Efe

Con la crisis, las empresas notaron cómo se reducía la tasa de absentismo laboral, una circunstancia que se vinculó entonces al miedo de los trabajadores a perder su puesto de trabajo. Con la recuperación progresiva de la actividad de los negocios ese temor ha ido desapareciendo, lo que se ha traducido en un repunte de este indicador. Por ejemplo, en agosto se registró un aumento del absentismo laboral de casi el 9 por ciento, derivado en su mayoría de bajas médicas por enfermedad común.

Pero se da la casuística de que quienes protagonizan estas bajas son empleados con una antigüedad mínima en la empresa, por lo que se puede concluir que «el nuevo repunte podría estar ligado con la temporalidad de los trabajadores, que tienen un perfil de jóvenes con escasa o mínima vinculación con la empresa». Lo explica Raquel de la Viña, gerente del área Laboral de BDO, que ha participado en Sevilla en unas jornadas en las que directivos y responsables de Recursos Humanos expusieron sus consultas sobre este ámbito de la política laboral.

Una de las mayores preocupaciones que comparten es cómo atajar una nueva forma de pérdida de productividad en la organización muy difícil de detectar y de controlar, el absentismo presencial. «Trabajadores que pasan muchas horas navegando en internet, hacen un uso incorrecto del correo electrónico, o bien se ausentan durante su jornada para hacer un recado, salen mucho a fumar o a vapear...». Un estudio anónimo realizado con voluntarios puso de manifiesto hábitos como hacer la compra o leer cómics en horario de trabajo.

El principal problema con el que se va a topar la empresa es que «siempre va a encontrar una colisión de derechos entre la libertad de empresa y los derechos fundamentales de los trabajadores», por lo que hay que ponderar ambos. Según el Tribunal Constitucional –indica De la Viña– «de forma automática, entrar a trabajar en una empresa supone la modulación de los derechos de los trabajadores en la medida estrictamente imprescindible para el correcto y ordenado desenvolvimiento de la actividad productiva», pero sin olvidar que estos derechos son «prevalentes y un límite infranqueable».

¿Dónde colocar, por tanto, los límites de control que una empresa puede utilizar sin menoscabar derechos? Todo depende de la actividad del negocio, pero existen varias alternativas. La videovigilancia a través de cámaras es una opción, precisa, con el aval de sentencias que arrogan este derecho a la empresa, pero no es la única. «También está el control de los medios informáticos, los sistemas de fichajes que ayudan a controlar el tiempo de trabajo, o las grabaciones en las conversaciones que sirven para controlar tanto la realización del trabajo como la productividad y la calidad del servicio en el telemarketing». Además, prosigue, señala la posibilidad de los servicios de detectives privados o de geolocalización (GPS) para quienes prestan servicio fuera y contar con software que ayuda a controlar horarios y la presencia de los empleados, pero de cuyo uso estos deben ser informados. «No todos los sistemas de control sirven para todas las empresas y cada situación tiene que ser estudiada para ver la solución óptima».

Otro asunto que les preocupa es el absentismo no fraudulento, esto es, el habitual por enfermedad común. Los esfuerzos, reseña, hay que situarlos aquí en las campañas de prevención. «Los empresarios no saben cómo prevenirlo pero las mutuas juegan aquí un papel muy importante porque tienen muchas facultades de las que se pueden beneficiar las compañías de forma gratuita como planes de reducción de accidentes y enfermedades profesionales». En este sentido, cita como ejemplos campañas contra el tabaquismo, gestión del estrés, promoción de la actividad física o prevención de accidentes in itinere o in mision, entre otras.

Medidas de control pero también flexibles

El absentismo es uno de los lastres con impacto económico sobre las cuentas de las empresas. De ahí el empeño general por reducir esta tasa al mínimo. BDO, firma de servicios de auditoría, asesoramiento legal y asesoramiento fiscal y servicios de outsourcing, presentó durante las jornadas un catálogo de recomendaciones para su prevención, «teniendo en cuenta que la eliminación absoluta es prácticamente imposible», que pasa por instaurar en el seno de la organización una cultura real de la prevención, el control del absentismo por parte de profesionales ya sean internos o externos, medidas como la flexibilidad horaria y la cercanía al domicilio, bolsas de horas recuperables, castigo a los incumplidores, bolsa de incentivos por bajo absentismo y concienciación para el autocontrol de los propios trabajadores.