El Laboratorio de Tecnología de los Alimentos y Postcosecha del Centro Tecnológico de la Agroindustria Adesva ha adquirido recientemente un equipo capaz de prolongar la vida comercial de los productos hortofrutícolas garantizando su seguridad y calidad alimentaria sin el uso de sustancias químicas. De esta forma, la tecnología desarrollada por Adesva «permitirá reducir considerablemente las pérdidas económicas del sector», según informó el centro tecnológico en un comunicado.
Concretamente, la aplicación de esta tecnología permite, por ejemplo, «alargar en un mínimo de un 50 por ciento la vida comercial de fresas y frutos rojos, reducir la contaminación bacteriana por Listeria monocytogenes en pimientos en un 99 por ciento en menos de una hora o disminuir la contaminación por E.coli y Salmonella en espinacas en un 90 por ciento en una hora». Esta tecnología ha sido validada, añadió, en un amplio espectro de frutas y verduras.
Esta innovación supone «un gran avance en el campo de la descontaminación ambiental y la inocuidad de productos hortofrutícolas frescos», puesto que de manera totalmente limpia se transforma el aire en un eficiente vehículo de higienización, apostilló. Dicho sistema paraliza la acción de los microorganismos que afectan habitualmente a las frutas y verduras frescas, mediante la activación del oxígeno del aire, logrando alargar su vida útil sin alterar sus propiedades organolépticas.
Adesva reseñó que el sector de la agroalimentación y distribución, así como los consumidores, afrontan pérdidas de hasta el 30 por ciento en países desarrollados debido a que las frutas y verduras frescas son productos perecederos muy vulnerables, que están expuestos a la contaminación y la proliferación de microorganismos patógenos que ocasionan importantes daños en la salud de los consumidores. Sin embargo, el uso de esta tecnología permite, según Adesva, reducir los daños producidos por los microorganismos y alargar su vida comercial, reduciendo considerablemente las pérdidas económicas que ocasiona.