Airbus se fija duplicar entregas pero sin despejar las dudas del A400M

El grupo confía en entregar más de 20 aeronaves este año aunque admite que persisten «riesgos»

24 feb 2016 / 20:53 h - Actualizado: 24 feb 2016 / 22:21 h.
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  • Tom Enders, consejero delegado de Airbus, en el centro, ayer durante la presentación de resultados en Londres. / El Correo
    Tom Enders, consejero delegado de Airbus, en el centro, ayer durante la presentación de resultados en Londres. / El Correo

El programa del avión de transporte militar A400M «se ha estabilizado», su producción se duplicó el año pasado en comparación con 2014 y no ha tenido que absorber nuevas provisiones extra además de los 290 millones de euros ya imputados en el primer semestre de 2015. Sin embargo, este balance a priori positivo fue matizado por el consejero delegado del Grupo Airbus, Tom Enders, que apuntó en la presentación de resultados del grupo en Londres que los riesgos siguen estando ahí, no despejó dudas acerca de los problemas detectados en la cadena de suministro y tampoco descartó que haya que destinar provisiones adicionales en el futuro al programa. Hasta la fecha, los sobrecostes le han supuesto al constructor aeronáutico una factura cercana a los 5.000 millones de euros.

A pesar de ello, Enders marcó un ambicioso objetivo de entregas para este ejercicio, sobre todo si se tiene en cuenta la cifra de 2015, en el que los clientes recibieron once aparatos, si bien se contaba con otras cuatro unidades ya terminadas y pendientes de confirmación. «Entregaremos más de veinte» unidades este año, aseveró, aunque condicionado a la evolución de las «conversaciones con los clientes». Aun así, insistió en que es «una meta que se puede alcanzar». Uno de esos aviones será para las Fuerzas Aéreas españolas, que prevén recibir el primero de sus 27 encargos en el segundo cuatrimestre.

Hasta el día de hoy, Airbus Defence and Space ha hecho entrega de 23 aviones A400M (dos aparatos en 2013, ocho durante 2014 y once a lo largo de 2015 a sumar a los dos del Reino Unido entregados a comienzos de este año). De esta manera, el constructor se marca igualar en 2016 el volumen acumulado de entregas confiando en consolidar el ritmo de producción.

El año pasado la producción en la FAL de San Pablo se duplicó hasta alcanzar los 18 aviones, mientras que el fabricante se ha fijado como objetivo elevar esa cifra hasta las 23 unidades, precisaron fuentes del grupo.

La revisión del contrato con los clientes se mantiene como uno de los «desafíos» del A400M, al igual que el aumento de la cadencia de producción (ramp up) y la implementación de algunas capacidades militares, entre ellas, el salto simultáneo de paracaidistas desde las puertas laterales y los sistemas de autodefensa.

El programa «sigue teniendo dificultades» aunque «estamos avanzando en la línea de montaje final», pero «no tenemos ninguna garantía de que no haya cargas adicionales en el futuro», admitió.

Preguntado acerca de si hay dificultades en la gestión del programa, en el marco de la reciente salida de la compañía de Pilar Albiac, responsable de la industrialización del A400M desde hace un año, se limitó a decir que la situación industrial del avión ha mejorado gracias a su trabajo y enmarcó las «diferencias» con la directiva que han culminado en su cese en su «estilo de liderazgo».

Pocos detalles dio acerca de las negociaciones abiertas con los siete países clientes, agrupados en la OCCAR, entre ellos España, salvo que se está discutiendo el calendario de entregas, de disponibilidad de las capacidades militares comprometidas que acumulan retrasos y las indemnizaciones, entre otras cuestiones. «Todo está en curso», aseveró, aunque matizó que hay una doble velocidad. «Hay países más receptivos y con otros es más complicado por sus exigencias respecto a las capacidades militares».

En el contexto de esas conversaciones, Airbus destacó que está trabajando con los clientes «para revisar las fórmulas de aumento de precios» en referencia a una cláusula que ajusta al alza el precio del contrato atendiendo a una fórmula de revisión «que refleja el aumento aproximado del coste de los insumos», citando específicamente mano de obra y materiales, aunque sin querer explicar qué traducción exacta y qué impacto tiene para las naciones.

El constructor aeronáutico mejoró en 2015 su beneficio un 15 por ciento, hasta los 2.696 millones de euros, por lo que ha decidido incrementar un 8 por ciento la propuesta de dividendo al accionista, hasta los 1,30 euros. El grupo cosechó un volumen de ingresos de 64.000 millones, un 6 por ciento más, lo que atribuyó a las mayores cifras de entrega de aviones comerciales y a la fuerza del dólar, que benefició a la compañía.

Un 2015 en el que, además, el grupo aeronáutico destacó «haber alcanzado por primera vez el umbral de rentabilidad en el programa del A380», así como la entrega de catorce unidades del modelo A350 en el primer ejercicio de industrialización de este programa. El objetivo a alcanzar en este avión de medio alcance pasa por entregar 50 aparatos. En este caso, al igual que en el A400M, el fabricante alertó de que persisten ciertos riesgos y apuntó la necesidad de mejorar la cadencia de producción y controlar los costes recurrentes. En el A350 tienen participación industrial relevante empresas andaluzas, entre ellas, Alestis, encargada de la producción de la sección 19.1 o cono de cola.

El grupo cerró el ejercicio con una cartera de pedidos récord, aunque redujo la cifra de encargos respecto a 2014, al contabilizar 1.080 aviones comerciales. La división de Airbus Defence and Space, excluyendo la actividad del A400M, registró buenos datos con el pedido de catorce aviones tanqueros A330 MRTT y cinco satélites de telecomunicaciones. Para la confirmación de nuevos encargos del A400M aún habrá que esperar.