Así es el A400M. Militar y humanitario

El aparato está diseñado para transportar una elevada carga, sean armas o alimentos, a gran velocidad y en escenarios de aterrizaje complicados

09 may 2015 / 19:21 h - Actualizado: 09 may 2015 / 19:55 h.
"Sucesos","Aeronáutica","Accidente A400M"
  • Así es el avión cuyo ensamblaje final se realiza la planta sevillana de San Pablo.
    Así es el avión cuyo ensamblaje final se realiza la planta sevillana de San Pablo.
  • Así es el avión cuyo ensamblaje final se realiza la planta sevillana de San Pablo.
    Así es el avión cuyo ensamblaje final se realiza la planta sevillana de San Pablo.

Desde que el A400M hiciera su primer vuelo inaugural, a mediados de diciembre de 2009, ha sido frecuente y lo será ver cómo el aparato realiza pruebas en el entorno del aeropuerto, sobrevolando en derredor el barrio de Pino Montano, la Gota de Leche o el polígono de San Pablo. Pero, ¿cómo es este avión?

Se trata de un aparato de transporte militar diseñado no solo para las necesidades de traslado de los ejércitos, hombres y maquinaria, sino también para otras labores relacionadas con la ayuda humanitaria (incluido el reparto de alimentos en países con o sin conflictos bélicos) y acciones civiles en beneficio de la sociedad, siendo esta segunda actividad tan o más importante que la primera.

“Con una bodega de carga diseñada específicamente para transportar los actuales equipos de gran tamaño, puede trasladar este material mucho más rápido y directamente a donde más se necesite, en misiones militares o humanitarias”, explican en el fabricante europeo Airbus. “Es técnicamente el avión militar de transporte más avanzado jamás construido”. ¿Por qué? Éstas son las seis claves más relevantes del avión que se ensambla en Sevilla y, por tanto, tan sevillano.

Primera clave: los materiales compuestos para reducir el peso. El 30 por ciento de la estructura del A400M está fabricado con materiales compuestos, un porcentaje superior al utilizado en el gigante civil A380. Las partes construidas con materiales compuestos están sobre todo en las alas que, por primera vez en la historia llevan los largueros principales de este material. Casi toda la cola (los estabilizadores horizontales y verticales y las superficies de control), la puerta trasera de carga, los sponsons (escalones del chasis inferior) y las paletas de las hélices están también hechas a partir de este material (composites). Los paneles superficiales de 19 metros de las alas, asimismo, son los más grandes jamás fabricados. “El extenso uso de materiales compuestos convierte al A400M en un avión mucho más ligero”.

Segunda clave: la capacidad para actuar en diferentes escenarios de operaciones, pues puede aterrizar en pistas cortas, blandas e irregulares. De hecho, esta función viene facilitada por un tren de aterrizaje principal de doce ruedas, unido a un eficiente sistema de amortiguación en la estructura del fuselaje.

Tercera clave: la carga y su bodega. Una vez en tierra, este avión está concebido para realizar cargas y descargas con gran rapidez sin necesidad de apoyo terrestre especializado. Equipado con un sofisticado sistema de manipulación de cargas, que incluye un cabrestante eléctrico con capacidad de arrastre de 32 toneladas y una grúa a bordo capaz de levantar hasta 5 toneladas para realizar la carga directamente desde el nivel del suelo, la bodega está optimizada para que sólo se precise de un operario actuando desde un puesto de trabajo informatizado, en el que se pueden planificar las cargas a partir de una base de datos. Es más, el tren de aterrizaje puede arrodillarse para reducir el ángulo de inclinación de la rampa, facilitando todos los proceso.

Cuarta clave: la capacidad. El A400M dispone de una bodega de carga de 340 metros cúbicos. Eso se traduce en una sección de bodega de 4x4 metros, que permite transportar grandes equipos militares, como vehículos de infantería blindados, helicópteros de combate o equipos civiles de gran tamaño, como lanchas de rescate o excavadoras para misiones humanitarias. A pesar de su gran autonomía y elevada capacidad para cargamentos, el A400M puede soportar 30 toneladas a 2.450 millas náuticas (4.500 kilómetros) o 20 toneladas a 3.450 millas náuticas (6.300 kilómetros).

Quinta clave: el motor. Es un motor turbopropulsor de tres ejes diseñado específicamente con hélices de cinco metros de diámetro y ocho paletas, que permite operar en un amplio rango de velocidades y alturas, con un consumo y un peso reducidos. En concreto, el avión tiene cuatro de estos complejos motores, que hacen que pueda volar por encima de las turbulencias e integrarse, además, en el espacio aéreo comercial. Y, por último, también es estratégica para el A400M la disposición a contrarrotación de las hélices: al girar en direcciones opuestas, se reduce el peso estructural.

Y la sexta clave: el uso de los controles de vuelo informatizados fly-by-wire. Su empleo está bastante extendido en los aviones de transporte civiles, pero no tanto entre los militares. Al sustituir cables y poleas convencionales por cables eléctricos conectados a cuatro ordenadores de control de vuelo independientes que envían las señales para actuar, no sólo reduce el peso, sino también el tiempo de mantenimiento. El sistema de vuelo fly-by-wire, por tanto, gestiona en consecuencia la configuración general del avión sin intervención siquiera del piloto.

“En resumen –según agrega Airbus–, el A400M ha sido diseñado para ofrecer la máxima disponibilidad en las misiones. Su nuevo concepto de mantenimiento, que se inspira en gran medida en la experiencia de la aviación comercial, se traduce en una muy alta fiabilidad del 98,7 por ciento al entrar en servicio. Esto a su vez reduce también los costes. En general, el A400M es el avión más eficiente y versátil de su clase, ofreciendo el mejor rendimiento sobre inversión”.

El gráfico adjunto contiene algunas de estas características, así como la ubicación geográfica de las factorías que fabrican las piezas principales del aparato y que concluyen en la planta sevillana de San Pablo.