Capturas sin descansos ni cupos para controlar el cangrejo rojo

El borrador del plan de control de la Junta incluye la pesca de todos los ejemplares posibles sin treguas ni cuotas ni tallas mínimas

15 jun 2016 / 20:50 h - Actualizado: 15 jun 2016 / 21:03 h.
"Economía","Industria","Agroalimentación","Cangrejo rojo"
  • Cangrejos rojos, en una instalación de la industria de Isla Mayor. / Pepo Herrera
    Cangrejos rojos, en una instalación de la industria de Isla Mayor. / Pepo Herrera

El borrador del plan de control del cangrejo rojo como especie exótica invasora, con el que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta pretende cumplir con la resolución del Tribunal Supremo y evitar la expansión del mismo sin perjudicar al sector económico que vive de la especie, al cultivo del arroz ni a la avifauna que se alimenta de este animal, incluye la captura de todos los ejemplares posibles sin descansos, cupos ni tallas mínimas.

En el texto, presentado ya en Comité de Pesca extraordinario, adscrito al Consejo Andaluz de Biodiversidad, se establece un ámbito de aplicación que abarca las marismas de Almonte e Hinojos (Huelva); Aznalcázar, Villamanrique de la Condesa, Isla Mayor, La Puebla del Río, Coria del Río, Los Palacios y Villafranca, Utrera, Las Cabezas de San Juan y Lebrija (Sevilla), y Trebujena y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

En cuanto a alternativas de actuación, el plan expone que la erradicación, además de ser inconveniente por los efectos positivos en la cadena trófica alimentaria de la fauna, sólo es factible en un número limitado de casos, siendo «imposible» para especies ampliamente representadas en el territorio, razón por la que se apuesta por el control mediante una extracción de ejemplares «continua y continuada en el tiempo».

Quedando fuera de concurso la opción de control biológico –por ser una especie resistente incluso a un hongo que es capaz de diezmar a otros crustáceos– y del control químico, no recomendable en localizaciones que son compartidas con sistemas productivos alimentarios –en este caso, arrozales–, se opta por el físico, con la meta de tratar de mantener la población en unos niveles que mantengan los efectos positivos del cangrejo como alimento importante dentro de la dieta de la fauna de la zona.

En el área de introducción original de las marismas del Guadalquivir, se ha mantenido una población más o menos estabilizada, debido a que la reproducción de la especie se ha compensado por las capturas anuales, que oscilan entre 3.000 y 4.000 toneladas, según la Junta.

Con una vigencia indefinida y revisión de objetivos, alcance y contenidos cada cinco años, así como con un número de inspecciones no inferior a 36 anuales, este plan de control del cangrejo rojo se autosostiene económicamente «mientras haya capturas que se puedan eliminar».