Coca-Cola se quiere unir a la dieta

Estrategia. La firma en España, que lanzó latas más pequeñas, redujo el azúcar por litro en un 38% desde 2000 y prevé otro 12% hasta 2020

27 jun 2017 / 23:50 h - Actualizado: 28 jun 2017 / 14:07 h.
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  • Presentación ayer en Madrid de ‘Ruta hacia el futuro’, la nueva propuesta de Coca-Cola. / El Correo
    Presentación ayer en Madrid de ‘Ruta hacia el futuro’, la nueva propuesta de Coca-Cola. / El Correo

{Menos azúcar, más variedad de bebidas y una lata más pequeña. Y, lo siguiente, más productos sin gas. El consumidor quiere cuidar su salud y no engordar, así que Coca-Cola Iberia se adapta a los nuevos tiempos y dice que quiere ayudar en la dieta de los españoles. Ayer presentó su Ruta hacia el Futuro con varios retos: el primero, reducir un 12 por ciento el azúcar por litro de 2017 a 2020. Y aseguran que su estrategia no responde a los impuestos en ciernes a las bebidas azucaradas.

Según Pelayo Bezanilla, director de Comunicación y Asuntos Públicos de Coca-Cola Iberia; Rafael Urrialde, director de Salud y Nutrición, y Juan José Litrán, directos de Relaciones Institucionales de la compañía en España, en los últimos 16 años se redujo el azúcar por litro un 38 por ciento porque «al consumidor le preocupa su salud y el consumo excesivo de azúcar». De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud recomendó limitar el consumo de azúcares añadidos al diez por ciento de la ingesta total de energía, pidiendo incluso que este límite se fije en el cinco por ciento.

Coca-Cola fue la primera que lanzó una cola sin azúcar y la primera en poner en el mercado una sin cafeína. De hecho, la primera light tiene más de 30 años.

Actualmente, Coca-Cola en España cuenta con una variedad sin azúcar añadido en cada una de las gamas de sus marcas (Nestea, Fanta, Aquarius, Powerade...) y dispone de 102 referencias de productos light o zero.

Las ventas de bebidas sin azúcares en el portfolio español representa el 38 por ciento, el 41 por ciento en la marca Coca-Cola.

Y más datos de esta tendencia anti azúcar. En Aquarius la variedad zero tiene una tasa de crecimiento del 20 por ciento, Coca-Cola posee la misma distribución en sus variedades zero y light en la lata de 330 mililitros y en la botella de dos litros que la de sabor original y el 40 por ciento de las ventas ya son de estos productos más saludables.

Y hablando de latas, ya están en algunos lineales las nuevas de 250 mililitros (ml). Un vaso justo. No sobra nada. «Ayuda a controlar la ingesta de azúcares añadidos», defendió Urrialde, quien explicó que este año se distribuirán 36 millones de latas de 250 ml.

¿Y el precio? Dependerá del distribuidor, dijo, pero lo cierto es que la nueva lata, un 24 por ciento más pequeña, cuesta un 13 por ciento menos que la de 330 ml en una de las grandes cadenas. El consumidor va a pagar más por menos. El fabricante, por su parte, se lava las manos.

Una tasa que «discrimina»

Ante el impuesto a las bebidas azucaradas aprobado en Cataluña, y que el Gobierno central podría también implantar en el resto del país, Litrán aseguró que es «discriminatorio» porque no afecta a todos los productos o ingredientes que engordan, «si ese es el objetivo», y aseguró que la compañía no ha cuantificado todavía el efecto de esta medida. Eso sí, los responsables de Coca-Cola Iberia quisieron dejar claro que su estrategia para reducir el azúcar no atiende a «coyunturas puntuales», sino a la demanda de los consumidores.

Además, los responsables de la compañía anunciaron ayer que las gamas de Fanta y Aquarius ya tienen marca única, esto es, que todas sus variedades presentan el mismo diseño, como ya hizo Coca-Cola y que desarrollan una publicidad «responsable» dirigida sólo a mayores de 12 años. Otra cosa es el impacto que tenga en los niños sus campañas, algo difícil de controlar.

Menos azúcar, más variedad de bebidas y una lata más pequeña. Y, lo siguiente, más productos sin gas. El consumidor quiere cuidar su salud y no engordar, así que Coca-Cola Iberia se adapta a los nuevos tiempos y dice que quiere ayudar en la dieta de los españoles. Ayer presentó su Ruta hacia el Futuro con varios retos: el primero, reducir un 12 por ciento el azúcar por litro de 2017 a 2020. Y aseguran que su estrategia no responde a los impuestos en ciernes a las bebidas azucaradas.

Según Pelayo Bezanilla, director de Comunicación y Asuntos Públicos de Coca-Cola Iberia; Rafael Urrialde, director de Salud y Nutrición, y Juan José Litrán, directos de Relaciones Institucionales de la compañía en España, en los últimos 16 años se redujo el azúcar por litro un 38 por ciento porque «al consumidor le preocupa su salud y el consumo excesivo de azúcar». De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud recomendó limitar el consumo de azúcares añadidos al diez por ciento de la ingesta total de energía, pidiendo incluso que este límite se fije en el cinco por ciento.

Coca-Cola fue la primera que lanzó una cola sin azúcar y la primera en poner en el mercado una sin cafeína. De hecho, la primera light tiene más de 30 años.

Actualmente, Coca-Cola en España cuenta con una variedad sin azúcar añadido en cada una de las gamas de sus marcas (Nestea, Fanta, Aquarius, Powerade...) y dispone de 102 referencias de productos light o zero.

Las ventas de bebidas sin azúcares en el portfolio español representa el 38 por ciento, el 41 por ciento en la marca Coca-Cola.

Y más datos de esta tendencia anti azúcar. En Aquarius la variedad zero tiene una tasa de crecimiento del 20 por ciento, Coca-Cola posee la misma distribución en sus variedades zero y light en la lata de 330 mililitros y en la botella de dos litros que la de sabor original y el 40 por ciento de las ventas ya son de estos productos más saludables.

Y hablando de latas, ya están en algunos lineales las nuevas de 250 mililitros (ml). Un vaso justo. No sobra nada. «Ayuda a controlar la ingesta de azúcares añadidos», defendió Urrialde, quien explicó que este año se distribuirán 36 millones de latas de 250 ml.

¿Y el precio? Dependerá del distribuidor, dijo, pero lo cierto es que la nueva lata, un 24 por ciento más pequeña, cuesta un 13 por ciento menos que la de 330 ml en una de las grandes cadenas. El consumidor va a pagar más por menos. El fabricante, por su parte, se lava las manos.

Una tasa que «discrimina»

Ante el impuesto a las bebidas azucaradas aprobado en Cataluña, y que el Gobierno central podría también implantar en el resto del país, Litrán aseguró que es «discriminatorio» porque no afecta a todos los productos o ingredientes que engordan, «si ese es el objetivo», y aseguró que la compañía no ha cuantificado todavía el efecto de esta medida. Eso sí, los responsables de Coca-Cola Iberia quisieron dejar claro que su estrategia para reducir el azúcar no atiende a «coyunturas puntuales», sino a la demanda de los consumidores.

Además, los responsables de la compañía anunciaron ayer que las gamas de Fanta y Aquarius ya tienen marca única, esto es, que todas sus variedades presentan el mismo diseño, como ya hizo Coca-Cola y que desarrollan una publicidad «responsable» dirigida sólo a mayores de 12 años. Otra cosa es el impacto que tenga en los niños sus campañas, algo difícil de controlar.