Compra directa sin intermediario

Agricultura publica el decreto que regulariza la venta directa de 22 productos al consumidor

08 nov 2016 / 12:12 h - Actualizado: 08 nov 2016 / 12:41 h.
"Agricultura","Producción","Agroalimentación","Coag","Producción ecológica","El campo y su agroindustria"
  • Mercado ecológico promovido por COAG en el municipio sevillano de Gines, donde se lleva celebrando desde hace varios años. / El Correo
    Mercado ecológico promovido por COAG en el municipio sevillano de Gines, donde se lleva celebrando desde hace varios años. / El Correo

Tras varios años de trabajo, ha visto la luz el decreto que regula una práctica que ya se venía realizando pero para la que organizaciones como la COAG venían reclamando un marco regulatorio: la venta directa por parte de pequeños productores de una porción de sus cosechas tanto al consumidor final como a tiendas de proximidad, restaurantes y hoteles, sin necesidad de pasar por intermediarios. Para ello, solo será necesario darse de alta en un registro –Sistema de Información de Venta Directa de Productos Primarios en Andalucía (Sivda)– cuya finalidad será «sistematizar y homogeneizar la información sobre los vendedores de productos primarios en Andalucía», y cuyo formulario de inscripción ya se ha publicado en el BOJA. Un registro que también se puede hacer de forma telemática y en cualquier oficina comarcal agraria.

La Consejería de Agricultura permite la comercialización directa de 22 productos agrarios, de los que ninguno requiere de proceso de elaboración o transformación, cuestión que, a juicio de José Manuel Benítez, miembro de la Ejecutiva de COAG Andalucía, debería abordarse en sucesivas fases para completar la norma. Por el momento, los productos lácteos, las conservas vegetales, las mermeladas y los embutidos, por ejemplo, tendrán que esperar. «Son productos más complicados por razones sanitarias, por eso hay que ver la manera en la que se regulan».

No es el caso de la aceituna de mesa (de la que se permite una venta de 4.000 kilos anuales por productor); bellotas (5.000 kilos); castañas (5.000 kilos); caracoles de granja (2.500 kilos); cereales (10.000 kilos); espárragos silvestres (5.000 kilos); fresas y otros berries (12.000 kilos); frutales subtropicales (2.500 kilos); hortalizas (10.000 kilos por especie si se cultivan en el exterior y 20.000 kilos anuales si proceden de invernadero). En el caso de los huevos, el límite se coloca en 12.000 unidades; 10 kilos para la jalea real; 2.500 kilos de legumbres por especie si son de exterior y 5.000 si son de invernadero; 3.000 kilos máximo para la miel; 15.000 kilos para frutas y frutos por especie; 20.000 kilos para las patatas sembradas en el exterior; 2.000 kilos en el caso de las plantas aromáticas; otros 2.000 para los piñones; 450 kilos de polen; 30 kilos de propóleo; 12.000 kilos de setas; 2.000 kilos de setas silvestres por especie; y 3.000 kilos de tagarninas.

A este respecto, el portavoz de COAG reseña que estos límites pueden suponer un perjuicio entre productores. Así, «permitiría comercializar entre 15.000 y 20.000 euros para un productor de patata, frente a los 6.000-7.000 euros para el que venda huevos».

A pesar de estas diferencias, Benítez saluda la publicación de este decreto, en cuya elaboración han trabajado mano a mano con la Consejería de Agricultura, y que servirá para, entre otras cosas, proporcionar «un precio más digno para el productor, pues en algunas ocasiones el diferencial de precios puede llegar al 800 por ciento». Además, entre las ventajas, se encuentra la puesta en valor de variedades locales de cultivos que no tienen cabida en los lineales de las grandes cadenas de distribución porque no tienen un alto grado de conservación –explica– pero sí cuentan con cualidades organolépticas para su consumo. «Por ejemplo, el tomate corazón de toro o el tomate rosado, pero ocurre también con sandías, melones...».

Una de las repercusiones que se espera que tenga esta iniciativa es servir como fuente de empleo para otros miembros de la familia de los agricultores de pequeñas explotaciones. «Va a ser muy positivo para la economía del medio rural porque va a generar más vida en los pueblos y puede suponer una alternativa de empleo».

Además, el decreto elimina la restricción inicial que limitaba la venta directa a un máximo de 80 kilómetros.

Esta norma, que pretende aumentar la seguridad alimentaria de los consumidores, persigue así dar viabilidad económica a unas 183.000 explotaciones y unos 8.000 productores ecológicos en el conjunto de la comunidad andaluza, según la Consejería, y que ahora, desde COAG, también se impulsará para que los pequeños productores tengan acceso a comedores escolares y comedores sociales, entre otras alternativas.