Contenedores que se convierten en hogares

Uso residencial, turístico e incluso industrial. La sevillana Contenedomus lleva ‘containers habitables’ hasta el Congo

31 ene 2016 / 23:27 h - Actualizado: 31 ene 2016 / 21:21 h.
"Empresas","Construcción","Internacionalización","Emprendedores"
  • Manuel de Diego, Manuel Cansino e Ismael Domínguez, ante la casa prototipo en San José. / Pepo Herrera
    Manuel de Diego, Manuel Cansino e Ismael Domínguez, ante la casa prototipo en San José. / Pepo Herrera
  • Interior de una estancia de la casa, que puede diseñarse al gusto. / Pepo Herrera
    Interior de una estancia de la casa, que puede diseñarse al gusto. / Pepo Herrera

En San José de la Rinconada, cerca del estadio municipal, se levanta una casa singular hecha, aunque a simple vista no lo parezca, sobre la base de contenedores de transporte marítimo, aunque con todas las comodidades de un hogar. Por eso precisamente, porque cuesta creer cómo un container se transforma en vivienda, o en hotel, o incluso en instalación industrial, los promotores de este proyecto empresarial, denominado Contenedomus, decidieron crear este prototipo que puede adaptarse al proyecto inmobiliario que cada uno tenga en la cabeza «como si fuera un Lego». Y que, aunque es igual que cualquier casa, «tiene un menor coste económico, reduce los plazos de entrega y gana a muchas en eficiencia energética».

Así lo explican sus ideólogos, Manuel Cansino, Ismael Domínguez y Manuel de Diego, aparejador y arquitectos, quienes, fruto de la crisis del sector decidieron en 2010 reorientarse hacia una línea innovadora: la construcción modular que aunara diseño y sostenibilidad, de la que consiguieron una patente internacional en 2012.

No obstante, hasta principios de 2015 no se construyó el prototipo tras cinco años de investigación, estudios técnicos y de probar soluciones constructivas.

Está concebida como una vivienda permanente, «nada que ver con una casa de madera», aclaran, en cuanto a cumplimiento del código técnico de edificación y requisitos legales. Y, además de para el uso residencial –existe una herramienta informática en la página web que permite al particular o promotor diseñar a la carta según sus necesidades de distribución y presupuesto, y que deja abierta la puerta a futuras ampliaciones– tiene otros posibles usos como el industrial y el hotelero.

Precisamente esta segunda vertiente es la que está cosechando una respuesta más inmediata. Tanto en Sevilla como en otros países. Así, la empresa está inmersa en un proyecto de bungalow turístico en el Aljarafe que, una vez que se testee su aceptación, podrá ampliarse a una treintena.

La operativa es la siguiente: una vez que se confirma el encargo, Contenedomus, que mantiene un acuerdo con distribuidoras que operan en el Puerto de Sevilla, envía los contenedores al taller de la empresa Futurevo en Lucena (Córdoba), donde se realiza la transformación. «Se trata de industrializar el sector de la construcción. Se hacen las casas como si fueran un coche, con kits y un catálogo de extras y diseños». En Córdoba y Alicante ya hay ejemplos concretos de estas viviendas.

Pero el salto internacional también está ya en marcha y que uno de sus destinos haya sido el Congo no ha sido una decisión que haya partido de la propia empresa. En realidad, contactó con ellos una consultora, Hiscon International Consulting, que está instalada en el Congo y promueve negocios entre el Gobierno congoleño y empresas españolas. Detectó «necesidades que nuestra empresa le podía resolver». ¿Qué exactamente? Pues «en un entorno natural como aquel valoran mucho que se dé el mínimo impacto posible y nuestro producto sale ya terminado en un 80 por ciento, solo hay que instalarlo». Además, habría más ahorro porque la idea es montar un taller allí mismo.

Se trata de construir un complejo turístico, una fábrica y un centro laboratorio para la inseminación de ganado. En diciembre, ya en la fase previa a la firma de los contratos, viajaron al Congo para hacer visitas de campo a los solares y explicar aspectos técnicos.

Quieren seguir creciendo en el extranjero pero tienen claro la fórmula para hacerlo. La intención es desembarcar estableciendo sinergias con empresas ya instaladas y que conozcan la operativa de cada país. «Estamos abiertos a colaboraciones. Tenemos una trayectoria de 15 años en edificación tradicional y ahora no es necesario ir por cuenta propia». Así lo han hecho ya en países como Colombia, donde colaboran con una constructora sevillana para construir bloques de pisos; en Costa Rica, donde han trabajado junto a la Escuela de Economía Social en un proyecto residencial, o en Angola, donde están abriendo camino de la mano de otra consultora.