Del ‘crowdfunding’ de Lola Flores al profesional

La Fundación Al-Éxito, la primera andaluza, imparte talleres gratuitos para que el micromecenazgo sea una opción real

08 feb 2016 / 14:49 h - Actualizado: 08 feb 2016 / 21:45 h.
"Economía","Finanzas","Sector privado","Empresas","Fondos","Emprendedores","Inversión"
  • Enrique Torralva, presidente de Al-Éxito; Carmen Castreño y Guillermo García-Palacios, ayer. / Manuel Gómez
    Enrique Torralva, presidente de Al-Éxito; Carmen Castreño y Guillermo García-Palacios, ayer. / Manuel Gómez

«Si una peseta me diera cada español...». Así quiso Lola Flores pagar su deuda con Hacienda en 1987 y así creó –anticipándose a los tiempos– el hoy llamado crowdfunding, una fórmula de financiación con la que en 2014 se recaudaron en España 62 millones de euros, un 114 por ciento más que el año anterior. Este tipo de mecenazgo es una realidad y por eso la fundación Al-Éxito recibió más de 60 solicitudes de emprendedores para participar en sus talleres gratuitos para saber captar micro inversores.

Esta fundación, la primera andaluza y la segunda nacional, se presentó ayer en Sevilla con el aval de hasta 30 proyectos empresariales que ya encontraron una fuente de financiación alternativa con ventajas fiscales para los inversores precisamente por estar constituida como fundación. Una red de 20 consultores profesionales velan por el desarrollo y crecimiento de las empresas, según explicó Enrique Torralva, presidente de Al-Éxito, que apostilló que en los talleres, desde hoy y hasta el 26 de febrero en el edificio CREA, participarán 20 empresas seleccionadas en las que trabajaban alrededor de 60 personas.

Redes sociales, vídeo crowdfunding, aspectos legales, consultoría, recompensas y hoja de ruta son los temas a tratar en estos talleres –con la colaboración de doce instituciones y entidades privadas como Caixabank– para que en Andalucía deje de ser un fenómeno «incipiente». «El nivel de éxito es bajo porque no hay profesionalización, no se sabe cómo hacer el crowdfunding», lamenta Torralva.

Además, el número de compañías dedicadas al micro mecenazgo ha caído desde que el Gobierno central regulase la actividad el pasado año para evitar, en otras cosas, los casos de estafa. «Ahora a las empresas se les exige una cuantía alta de fondos para cubrir su responsabilidad civil, así como darse de alta en la CNMV y el Banco de España, por eso desaparecieron muchas. En Andalucía quedan dos o tres», indica Torralva tras apuntar que otras muchas siguen operando ilegalmente.

En el caso de Al-Éxito, la fundación tiene una bolsa económica «para repercutirlo directamente en el emprendedor y, si logra el 80 por ciento de la financiación que requiere, le damos un acelerador para que llegue al cien por cien». ¿Y cómo se financia la fundación? «Con el seis por ciento si el proyecto tiene éxito», explica Torralva, que ayer contó en la presentación de los talleres con el apoyo de la delegada de Economía del Ayuntamiento de Sevilla, Carmen Castreño.

En primera persona

Enrique Ruiz es uno de los participantes en estos talleres. Su empresa, Wuolah, busca financiación, no para ponerse en marcha, sino para crecer. Su negocio consiste en compartir apuntes de forma que el que los ofrece gana dinero y el que los descarga los obtiene gratis. Más de 30 empresas ponen publicidad en su plataforma y en los propios apuntes, tienen más de 51.000 usuarios y, sólo este mes registraron 200.000 descargas de documentos y un crecimiento del 30 por ciento. Así lo explica Ruiz, quien añade que necesitan 9.000 euros para «ampliar la rama de estudios» y, así, abarcar más allá de la propia universidad. Tras un año de vida, en tres meses estarán en una aplicación móvil y ya cubren todo el territorio nacional.

Manuel de la Torre, de Leoptic, requiere 10.000 euros para hacer un precompra en fabricación y lanzar sus productos: un monopatín y una tabla de snowboard transparentes y con luces.

En el caso de Jesús Martín, de Bienestar Flexible, necesita una cantidad similar para la plataforma y el márketing de su idea, que conecta profesionales y usuarios de yoga, pilates, belleza... Todos ellos confían en que el crowdfunding les dé el empujón definitivo.